Una y ya

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Mientras guardaba mis cosas en la mochila para irme al estacionamiento a encontrarme con Henry una mano salió de la nada y cerró con brusquedad mi casillero casi arrancándome la nariz.

-¡¿Qué mierda...?!-al voltear vi a un Ian furioso.

-¿Qué coños haces?-me gritó, fruncí el ceño.

-Bueno, guardaba mis cosas tranquilamente hasta que por poco me conviertes en Lord Voldemort-mascullé y tiré de los cierres de la mochila.

-No me refiero a eso-gruñó-¿Qué haces al salir con Henry?-lo miré perpleja.

-¿Cómo...? Bueno, eso no te incumbe.

Furiosa, me di la vuelta y caminé al estacionamiento dando pisotones, estaba segura de que parecía algo así como un gigante haciendo berrinche pero ahorita mismo no me importaba. Qué rápido corrían los chismes en esta escuela, carajo.

-¡Aún no acabo!-gritó y se apresuró a darme alcancé.

-Pues yo ya lo hice-gruñí-Al único que le doy explicaciones es a mi papá. Ni a Clarence le digo mis cosas.

-Te acostaste conmigo, lo convertiste en mi asunto-lo ignoré, era estúpido su razonamiento-¿No me dijiste que te había engañado?

Vale, quizás omití el hecho de que también se lo había mencionado a Ian pero no creí que lo fuera a recordar. La última vez que lo hablamos me dijo que yo era una gran chica que él no se merecía y va y hace lo mismo que él hizo...Si para odiar a los hipócritas era uno.

No le contesté y abrí la puerta deteniéndome un momento para buscar el SUV negro que conducía Henry.

-¿Es que en serio estás tan desesperada de borrarme de ti?-repuso burlonamente.

Me di la vuelta y le solté una bofetada que hasta mi mano escoció, mis ojos se pusieron llorosos pero ya estaba bien. Tipos como Ian había muchos; idiotas que no valoran lo que sientes por ellos pero que se vuelven locos si llegas a fijarte en alguien más. ¿Cómo mierdas puedo seguirle el paso si parece que me quiere un segundo y al siguiente me desea al otro lado del Atlántico?

-Cometí un error-gruñí-Tú y yo quedamos en algo, será mejor que lo respetes.

Me miró un momento antes de tirar de mi brazo y pegarme a él. Con una mano sujetó ambas muñecas y con la otra me acaricio la mejilla, mi cuerpo reconoció el contacto y se estremeció de placer. No ahora, por favor.

-¿Cómo lo dejas así? Después de que te hice gritar toda la noche y te hice usar cuellos de tortuga hasta que se borren las mordidas-intenté apartarme-¿Lo haces porque preferí quedarme con Allie a terminarla y estar contigo? Estás siendo...

-No termines eso-le gruñó una voz a mis espaldas y un brazo rodeo mi cintura-Le prometí a Clarity que me comportaría, será mejor que la sueltes.

-Me lo dice el chico que la engañó-¿y tú qué le hiciste a Allie? Ian me soltó aún así-¿Cuándo empezaremos el trabajo?

-Mañana después de clases-susurré y miré a Henry-vámonos.

Después de mirar a Ian acusadoramente me dirigió a su auto. Intenté calmar el picor que sentía en los ojos y deshacer el nudo en mi garganta.

Ya estaba harta de llorar por Ian, no éramos nada, Heima tenía razón, tres años y apenas éramos considerados amigos. Si acaso dos conocidos que se contaban sus cosas de vez en cuando y compartieron la cama en una noche loca. Estaba siendo...

-No te pongas así, Clarity-me susurró Henry mientras se detenía del lado del copiloto-Sé lo que pasa por su cabeza ahora, conozco la sensación de estar perdiendo a la chica perfecta-lo miré con los ojos llorosos-Mira, te traje algo pero no te doy nada si lloras-me reí muy a mi pesar-¿No vas a llorar?-negué con la cabeza-¿Lo prometes?-asentí-Bien, espera un segundo.

A mí también me gusta un idiota #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora