Epílogo

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A mí también me gusta un idiota...

Esto era para expresarle a mi idiota lo mucho que lo quería y todo lo que me hacía sentir, en mi idea original Ian y Clarie lo intentaban porque era lo que yo más deseaba, que Clarie tuviera su oportunidad...pero las circunstancias fueron otras.

Siempre habrá un chico que las haga sentir como si estuvieran en el maldito cielo pero con una palabra las va a estrellar en el suelo. Y les hará sentir como que las quiere y después las va a ignorar haciendo que duden de su existencia o de si tienen algo de malo.

Yo tengo a mi Ian, se sienta en frente de mí desde que tengo 15 años, es listo (aunque no tanto) tiene un sentido del humor un tanto cruel (y no del tipo CRUEL es bueno). Cuando lo conocí no lo soportaba, era un mundano repugnante que la única vez que le dije esa palabra tuvo que buscarla en internet porque no la entendía. Comenzó a llamarme Chica Libro porque se le olvidaba mi nombre y decía que ya que siempre traía un libro diferente me quedaba mejor, a venganza yo lo llamé Erudito...

Comenzó a leer Divergente sólo para entender el por qué su apodo pero me dijo que lo aburrió, me prestaba su sudadera si hacía frío...se preocupaba un tanto por mí creando muchas ilusiones...que terminó por destruir el noviembre pasado.

Acepte que no era para mí, después de todos los momentos, aunque escasos, yo no le gustaba. Y fue doloroso, y él era un idiota porque sabía que me gustaba y nunca me dio la oportunidad, al contrario; cuando alguien nos decía que ya parecíamos novios se comportaba culero conmigo, como si le diera miedo. Y duré días en los que antes de dormir me preguntaba qué tenía de malo.

Mi Ian, así como el de Clarie, lo intentó con alguien más, y ella lo hace muy feliz así que no tengo problema con ello. 

Siempre nos va a gustar un chico que nunca se va a arriesgar con nosotras por miedo, porque a veces somos mucho con lo que lidiar y se niegan a dar una oportunidad. Pero ustedes nunca van a perder nada, nunca se hagan menos sólo porque un idiota no les quiso dar la oportunidad. A veces es más fácil decir que hacer, a mí me costó casi tres años, pero cuando lo dejas ir, cuando aceptas que no será y le deseas que sea feliz, una se siente tan liberada...

Porque al fin los sentimientos vuelven a ser nuestros, no de un chico. Y te sientes tan bien.

Por eso, escribí esto con un poco de drama para todas aquellas que nos gusta un idiota, para que aprendamos a dejarlo ir, que cuando alguien se va llega alguien más, no en ese instante pero lo hace.

#AMiTambiénMeGustaUnIdiota 

Continúa en "Quien sanó mi corazón"

A mí también me gusta un idiota #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora