Al fin nos habíamos graduado. Papá lucía tan orgulloso y feliz como nunca lo había visto desde la muerte de mamá, presumiendo los logros de sus hijos en su nueva oficina en el FBI, había resuelto un par de casos en los meses que llevábamos aquí y era asombroso ver cuán alegre era. Parecía que al fin había logrado recuperarse de su perdida, y lo envidiaba. Clarence y yo seguíamos un poco sensibles al respecto y no teníamos ni idea de qué hacer con nuestra vida.
Después de la comida de celebración a la que nos llevó ya que ni Clarence ni yo quisimos ir al baile de graduación, a pesar de la oferta de los gemelos Darren y Lucy, regresamos a casa. Tomé el correo de nuestro buzón mientras mi papá y hermano subían por las escaleras ya que el ascensor no funcionaba, lo que ocurría frecuentemente. Debieron avisarnos como mínimo cuando nos mudamos.
-Clarie-habló papá.
-Ahora los alcanzo-le sonreí mientras abría el buzón y tomaba el puño de cartas.
Comencé a revisar, apartando el correo basura sobre si quería adelgazar o buscaba quien me leyera la mano, había unas de universidades, sonreí abiertamente cuando vi dos de Washington y luego vi una con la postal de Seattle.
-¿Qué...?
A punto de abrirla cuando alguien saltó en frente de mí.
-¡Boo!-gritaron.
Solté un chillido haciendo que volaran todas mis cartas como si fueran confeti de celebración. Miré los ojos castaños de Darren mientras me llevaba la mano al corazón, hijo de perra.
-Casi me matas del susto-le gruñí mientras intentaba recomponerme-¿No sabes saludar? Es lo primero que te enseñan en el preescolar.
-Eso arruinaría por completo mi efecto sorpresa-sonrió, yo puse los ojos en blanco-¿Algo interesante?-preguntó mientras me ayudaba a recoger las cartas.
-Sí, vi dos de Washington, espero que sean aceptaciones-sonreí abiertamente-Morimos por entrar ahí.
-¿Se quedarán?-preguntó confundido cuando nos reincorporábamos.
-No queremos dejar solo a papá. Y queremos seguir juntos-dije encogiéndome de hombros-Y es buena la escuela, mi mamá estudió ahí, fue donde conoció a papá.
-Sí, es muy buena. Me dieron una beca deportiva por básquet-me sonrió-Así que tal vez nos veremos en la universidad-sonreí, apenas.
-Genial-para nada genial.
Amontoné el montón de sobres y suspiré intentando pensar un plan para deshacerme de él.
Darren me había invitado en más de una ocasión a salir pero había declinado porque no estaba lista para esas cosas y menos con él, tenía algo que sacaba mi perra interna y hacía que lo tratara de lo peor. No podía querer a alguien aún...seguía pensando en Henry y tenía la esperanza de que nos íbamos a encontrar en algún momento.
-Me gusta tu vestido-dijo como si nada después de un rato.
Miré hacia abajo. No era la gran cosa, había optado por uno corto de color negro con mangas de encaje y hombros caídos, creo que Henry lo mencionó una vez. Se me había hecho muy sencillo, lo acompañaba con unos tacones tintos que iban acorde con el maquillaje. Papá había exigido como mínimo que nos arregláramos decentemente para ir a comer así que esto había resultado.
-Ham, gracias-sonreí intentado parecer amigable.
-¿No quieres ir al baile conmigo?-preguntó otra vez poniendo ojos de borrego y sonrisa irresistible-Siempre voy con Lucy, empiezan a sospechar del incesto en mi familia-hice una pequeña sonrisa-Anda, te prometo que nos vamos a divertir. No soy un mal tipo-me acarició la mejilla-Ya sabes, los chicos de al lado son calientes. Prometo traerte antes de la media noche a tu casa.
-Me alegra saber que tu ego sigue aquí, pensé que nos había dejado solos-le sonreí-No, gracias. No me apetece ir.
-¿Por?-miré hacia otro lado-¿Dejaste a alguien en Seattle?-me encogí de hombros intentando evitar el contacto visual-Vamos Clarity...
Me tensé y luego lo miré furiosa. Ese apodo no se había vuelto a mencionar nunca frente a mí, era como tomar mi corazón y desgarrármelo, destrozarlo por completo y luego llevarlo en charola de plata como el platillo principal. Henry no me volvió a buscar después de ese mensaje y yo había captado y no intenté buscarlo. Ambos necesitábamos tiempo y no nos haría nada bien seguir en contacto...Tal vez él ya tenía a alguien pero no me importaba, yo no estaba lista. Yo no era la claridad de nadie, sólo de él.
-No me llames así-gruñí-Nunca me llames así si no quieres que jamás vuelva a hablarte-alzó las manos.
-Oye, no me mates. Yo no sabía que era prohibido, sólo pretendía ser amistoso, ya sabes. Te queda muy bien-me aparté de él con brusquedad.
-Pues no lo seas, Darren. No iré al baile contigo y no soy la claridad de nadie-sólo de Henry.
-¿Qué demonios te pasa?-vaya, lo hice detonar-Sólo queremos hacer que se sientan cómodos en su nuevo hogar después de todo lo que han pasado pero se cierran, como si no quisieran estar aquí. Pareces una perra creía.
Lo fulminé con la mirada mientras apretaba las cartas a mi pecho. Nunca fue mi intención comportarme así con nadie pero aún me dolía.
-Vi el auto volcado de mi mamá por televisión y luego lo vi explotar-gruñí intentando ignorar el dolor en mi pecho-Vi cómo mi ex novio follaba con una tipa a mis espaldas. Fui grabada mientras el chico del que me enamoré me humillaba frente a todo el comedor-mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas-Terminé con mi novio a causa de eso y al día siguiente me enteré de que nos mudábamos de Seattle. Tres días después vi como el tren en el que viajaba una de mis mejores amigas y novia de mi hermano se calcinaba por completo por una estúpida fuga de gas-el arrepentimiento por sus palabras cubrió sus ojos pero yo ya había agarrado vuelo-El chico al que amo me odiaba cuando me fui y no pude despedirme de él. Lamento si soy como una perra creída contigo, Darren, esa nunca fue mi intención pero he pasado por mucho y es mi manera de sobrellevarlo.
...
Tomé las cartas que iban dirigidas hacia mí, que resultó ser la de Seattle, y me encerré en mi habitación para leerlas mientras Clarence y papá elegían una película que ver para pasar el rato. Cuando la abrí pensé que era de Henry, o de Rouse...pero era de alguien al que tampoco le dije adiós.
-.-.-.-.-.-.-.-
Explotó, yo pienso que hizo bien en decirle las cosas directas a Darren, ¿de quién creen que sea la carta?
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A mí también me gusta un idiota #1
Teen FictionÉl era un idiota en toda la extensión de la palabra. A veces parecía que tenía un letrero de luces de neón que leía "idiota aquí". Mis amigas, que no eran muchas, y mi madre opinaban lo mismo que yo, bueno mi madre no tanto pero ella ya no estaba...