Capítulo 14

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Dos de la mañana. Jimin bajó del auto de Hoseok, luego de haberlo estacionado en el mismo lugar en el que se encontraba antes de habérselo llevado, y dejó las llaves dentro de una maceta, tal y como le había dicho. Después, entró sigilosamente a su casa. Todo el mundo dormía, y él temía hacer algún ruido que despertara a su familia, lo cual era complicado, ya que sentía unas inmensas ganas de gritar y tirar todo, sin saber si era de alegría, o de confusión.

Una vez que llegó a su cuarto, se cambió, se recostó en su cama y miró fijamente al techo. Suspiró. Debía dormir, ya que tenía clases temprano aquella mañana. Cerró sus ojos.



"—Bésame".



Jimin presionó sus ojos con fuerza, como si de esa forma pudiera atraer al sueño, y así caer rendido.



"—Adiós, Jiminnie. Ten cuidado al volver".

"—Jiminnie" .

"—Jiminnie".



—¡AHHH! —tironeó de sus cabellos.



La voz de Min Yoongi se repetía sin cesar en su mente, causándole insomnio. Se sentó en la cama y bufó. El joven no tenía idea de qué había querido hacer o demostrar su profesor con sus palabras, o con el beso. No supo si era porque había llegado a gustarle, o porque quería sacarse la duda. Y si tenía intenciones de saber si era así, no sabía si le gustaba o no, porque el otro sólo se había ido a su casa sin nada más que decir.

La puerta de la habitación de Jimin se abrió. Su hermano menor entró, frotándose sus ojos.



—Hyung, ¿Puedes dejar de hacer ruido? Las paredes son delgadas. Puedo oír tu frustración desde mi cuarto.

—Cállate, Ji Hyun.

—Ya, en serio, ¡Si me quedo dormido en clase mañana, estás muerto!

—Sí, sí. Como digas.



El menor frunció sus cejas.



—¿Todo en orden?

—Sí, no te preocupes. Ve a dormir.



Confundido, obedeció, dejando a Jimin solo nuevamente. Necesitaba respuestas a sus miles de preguntas. El problema era que la única persona que podía responderlas, parecía estar aún más enredado que él.

**************

Yoongi llegó a la universidad. Bostezó. No había dormido mucho la noche anterior. Tomó todas sus cosas y se dirigió a la biblioteca. Tenía que preparar algunas actividades para sus alumnos de primer año. Se sentó, colocó sus cosas sobre la mesa y empezó a escribir. De pronto, un ruido lo obligó a detenerse. Alzó la vista y pudo ver a Jimin, quien caminaba hacia él, arrastrando sus pies. El chico se veía algo desaliñado. Su ropa no combinaba como siempre lo hacía, su pelo estaba alborotado y había notables ojeras bajo sus ojos. Aún así, se veía muy hermoso. Yoongi sacudió su cabeza ante el último pensamiento. El menor ya se encontraba sentado junto a él. Apoyó sus brazos cruzados sobre la mesa, su cabeza sobre los mismos, y lo miró desde allí.

Two melodies [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora