Two melodies [Yoonmin] ©

Capítulo 16

Jimin y Jungkook se encontraban sentados en el cordón de la vereda, con sus codos sobre sus rodillas y sus caras apoyadas en sus manos. Suspiraron al mismo tiempo.

—¿Sigues pensando en Yoongi?

—¿Sigues pensando en Tae?

El silencio les confirmó a ambos la respuesta a sus preguntas.

—Ya veo que Hobi te contó.

—Sí, dijo un par de cosas.

Jimin sacó su celular del bolsillo, encendió la pantalla, chequeó las notificaciones, la bloqueó de nuevo y lo volvió a guardar. Esperaba con ansias algún mensaje o señal de Yoongi, pero no había nada.

—Mencionó que es un chico de la escuela que te gusta, que andas raro últimamente y que supone que es por él.

—Sí... dice que existe la posibilidad de que se mude. Puede que no pueda volver a verlo —abrazó sus rodillas— ¿Qué te pasó a ti, hyung?

—Soy un desesperado, eso es lo que me pasa. Quiero ver a Yoongi, quiero hablar con él, que nos acerquemos más, que tengamos alguna cita, pero no puedo hacerlo. 

—¿Por qué?

—Le propuse ir con paciencia y que, por el momento, esperemos un poco hasta juntarnos como solíamos hacerlo.

—No lo entiendo.

—Es que antes nos veíamos como dos amigos. Eso ahora ya no se puede. No cuando sabemos que ambos nos atraemos.

—Y si es así, ¿Por qué no se ven y punto?

—Es que es complicado.

—No, tú eres complicado.

—Cállate, mocoso.

—¿Jimin?

El mencionado volteó. Yoongi se encontraba a sus espaldas. Había aparecido allí, como si lo hubiera llamado con su mente. Le sonrió y el recién llegado se sentó junto a él, en el cordón de la vereda.

—Hyung...

—¿Quién es tu amigo?

—¡Oh! Él es Jeon Jungkook, primo de Hoseok.

—Un gusto, Jungkook.

—Gracias, igualmente —respondió en voz baja.

Yoongi frunció sus cejas.

—¿Pasó algo?

—Mal de amores.

—¿Qué?

—El chico que le gusta a Kookie se mudará, y ellos no quieren perder contacto.

—Lo siento mucho, Jungkook —presionó sus labios— ¿Qué hay de ti?

—¿Qué me puede pasar? No pasa nad--

—Jimin lo extrañaba, hyung.

—¿¡Qué!? —lo miró, molesto.

Jungkook sonrió pícaramente.

—Creo que me llama Ji Woo noona —se paró—. Ya vuelvo.

Habiendo dicho esto, el  muchachito se paró y corrió hasta la casa de sus tíos, mientras reía por lo bajo.

—¡Oye, tú! —exclamó Jimin, poniéndose de pie— ¡No es cierto! ¡Ven aquí, pequeño!

—¿En serio? ¿Pequeño?