Capítulo 28

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El auto de Namjoon se detuvo frente a la casa de Hoseok. Él y Jungkook bajaron del vehículo. El profesor tocó el timbre, y la puerta se abrió, segundos después.



—¡Namjoon, hola! ¡Hola Jungk--!



El menor de los tres se metió dentro sin decir absolutamente nada, yendo directamente hasta su habitación. Desde abajo, se pudo oír un fuerte portazo que sorprendió a los dos amigos que aún estaban en el umbral de la puerta.



—Los jóvenes de ahora... —negó con la cabeza Hoseok, lo cual hizo reír al otro chico.

—Ha estado extraño desde ayer ¿Le pasa algo?

—No sé. Le preguntaré ¿Cómo va con las clases?

—Bien. Aprende bastante rápido —sonrió—. El inglés le sigue costando.

—Sí, es complicado.

—Bueno, tengo que irme. Seokjin me espera en casa. Espero que algún día pases a visitarnos.

—Lo haré. Y llevaré a Yoongi para que nos juntemos los tres, después de todo este tiempo.

—Gran idea. Adiós.

—Nos vemos.



Hoseok cerró la puerta y subió a la habitación de su primo. Ni siquiera se molestó en tocar antes. Jungkook se encontraba acostado en su cama. Al ver al mayor, le dirigió una mirada molesta, sorprendiéndolo. Jamás lo había visto actuar de esa manera.



—Vas a tener que decirme qué es lo que te pasa —se sentó junto a él.

—No quiero hablarte.

—¿Acaso tengo yo la culpa de tus altibajos emocionales como para que me trates así?

—Tú tendrías que saber.

—¿Y ahora qué hice?



Jungkook se sentó en la cama.



—Sé que el miércoles Taehyung vino aquí, y que pasaron un rato juntos.

—Espera, ¿Estás insinuando que hice algo con él?

—No. Creo que le dijiste algo que no debiste. Pero ahora que lo mencionas--

—Oye, no hice nada. Miramos una película, es todo ¿Qué te hace pensar esas cosas?

—No pasó mucho tiempo, pero lo noto más distante, y es desde aquel día, hyung.

—No sé por qué piensas que interferí entre ustedes, cuando no es así —mintió—. Sabes que tengo mis límites ¿Por qué lo haría?

—No sé —frotó su cara con ambas manos—. Perdón, hyung. Supongo que la situación me está frustrando.

—Bueno, tú sabes que es fácil.

—No.

—Te gusta, lo quieres, puede que estés empezando a amarlo, disfrutas estar a su lado y seguramente quieres tener algo con él. Es la verdad, no es nada malo, ¿Qué te impide decírselo?

—No sé si él--

—¿Y qué importa si siente o no lo mismo?

—Me veré como un estúpido si le confieso todo, y él no piensa en mí de la misma manera.

—Te diré algo y es porque te quiero: eso ya está sucediendo.



Un incómodo cosquilleo se esparció por el cuerpo de Jungkook, quien arrugó su cara, mostrando desagrado ante las palabras de su primo.



Two melodies [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora