Capítulo 20

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Jungkook se sentía intimidado por la mirada que su primo sostenía sobre él. Hoseok siempre se mostraba feliz, sonriente y bromeaba todo el tiempo. Pero cuando algo le molestaba, se notaba a kilómetros de distancia, y aquellas dulces actitudes que hacían que no quisieras separarte de él, se transformaban en sensaciones incómodas que podían paralizarte en tu lugar.

El menor tragó saliva dificultosamente, y Hoseok bufó.



—No puedo creer que me hayas ocultado todo esto.



Silencio.



—¿Sabes lo culpable que me siento en estos instantes? ¡Pude haber hecho algo! ¡Si me hubieras dicho que esos idiotas te molestaban, te habría defendido! ¿Tenías que llegar a quedar así para que me entere de que pasabas malos ratos?



Jungkook bajó la cabeza ante el sermón del otro joven.



—Lo siento, hyung.

—No te disculpes. Si te digo estas cosas, es porque quiero que entiendas ¿Por qué no me contaste?

—No quería molestarte.

—Jungkook-ah —se acercó a él, puso una mano en su hombro y lo apretó suavemente—, ¿Acaso eres tonto? ¿Cómo iría a molestarme? Habría estado encantado de ayudarte. Sabes que te aprecio muchísimo, y que no dejaría que nada te pasara —despeinó con cariño el cabello del menor—. A partir de ahora, iré a buscarte a la escuela ¿Escuchaste?

—Pero tienes que estudiar a esa hora.

—No pasa nada si me retiro antes. Luego pido los apuntes.

—No, no pierdas tus clases. No pasará nad--

—Si no soy yo, que sean Taehyung o Namjoon. Hablaré con ellos.

—Hyung, estoy bien. No necesito un guardaespaldas.

—No lo sé, estás todo golpeado, eso me dice lo contrario.

—Insisto: no le digas a nadie.

—Sabía que dirías eso —se cruzó de brazos y esbozó una media sonrisa.



Justo en ese instante, la puerta de la habitación de Jungkook se abrió. La madre de Hoseok asomó su cabeza.



—Cariño, tienes visitas —le dijo al más chico.



Hoseok se paró y se fue del cuarto. Jungkook frunció sus cejas con confusión, y palideció al ver entrar a Taehyung, quien cerró la puerta detrás de él y se sentó en la cama junto a su amigo.



—¿Qué haces aquí?

—¿Por qué no me llamaste?

—¿Hobi hyung te llamó?

—¿Te lastimaron mucho?

—No te preocupes por mí.

—Lo siento. Me importas, y me preocuparé cuando no estés bien.



El menor apartó su mirada. Tae acunó el rostro de su amigo con sus manos. Acarició con suavidad las heridas con las yemas de sus pulgares. Al recibir en respuesta un quejido de dolor, suspiró pesadamente.



—Si me hubiera quedado un rato más--

—No pasa nada.

—¡No! ¡Sí pasa! ¡No pueden tratarte así!

—Ya falta poco para que termine. El año que viene, yo--

—¿Piensas aguantar este año y el que sigue de esta forma? —negó con la cabeza— De verdad estás loco.

Two melodies [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora