Two melodies [Yoonmin] ©

Capítulo 12

Seokjin sirvió café caliente en una taza, y colocó en un plato algunas galletas que había hecho. Puso todo en una bandeja y lo llevó al estudio, dejándolo junto a Yoongi. Este, al verlo, le dirigió una mirada de confusión ante sus actos.

—¿Qué es todo esto?

—Necesitas alimentarte bien. Además, sé cuánto te gustan el café y mis galletas —sonrió, se sentó a su lado y apretó suavemente su hombro— ¿Estás bien?

—Por milésima vez, sí, lo estoy —bufó—. Jin hyung, debo corregir estos exámenes para entregarlos el lunes, ¿Sí?

—Sé que lo harás —apartó las hojas de su alcance—. Escucha, no quiero que tu ánimo decaiga, ¿Sí? Una ruptura puede ser--

—No me siento mal —volvió a agarrar los papeles—. No preguntes por qué, pero mi ánimo no decayó. Estoy aturdido, es todo. Pasaron muchas cosas de golpe, y sólo necesito un respiro.

—¿Son los exámenes un respiro para ti?

—Me distrae revisarlos —se encogió de hombros.

—¿Y qué pasará cuando llegues al de este chico?

Yoongi resopló y se preguntó porqué diablos le había contado a su amigo el episodio que había sucedido en la sala de su casa. Hasta el momento, era el único que sabía al respecto.

—No sé.

—Mira, sé que no quieres hablar de esto, pero lamento decirte que todo este asunto me tiene muy intrigado ¿Acaso Park Jimin te gusta?

—Por favor, eso es ridículo.

—¿Por qué? ¿Porque es un chico?

—Sí, es decir... hasta donde yo sé, me gustan las mujeres.

—Lo mismo decía Namjoon, y hoy está conmigo.

—Es diferente.

—Explícame cómo.

—¡Sólo lo es!

—Yo no sé cómo se llevaban antes de que todo esto sucediera, pero si llegaste a gustarle así, y si no pudiste alejarte de él por alguna razón, no creo que sea muy diferente.

—No creo que me guste Jimin, hyung. Me agrada, es un buen chico, es simpático, pero no--

—Yo no le veo nada de malo.

—Me rindo —frunció sus cejas y siguió corrigiendo uno de los exámenes frente a él—. Es imposible hablar contigo.

—¿Por qué?

—Porque me preguntas cosas, jamás escuchas mis respuestas y terminas inventando las tuyas como si yo las hubiera dicho. Es frustrante.

—Porque es cierto.

—¿Ves?

—Yoongi, te conozco. Puedo leer tus pensamientos, como si estos estuvieran escritos por toda tu cara.

—Sí, sí.

El celular del mayor sonó, indicando que le había llegado un mensaje. Luego de haberlo leído, volvió a guardarlo.

—Namjoon ya está llegando a casa. Será mejor que vuelva.