Two melodies [Yoonmin] ©

Capítulo 4

Después de una larga primera semana de estudio, llegó el esperado fin de semana. A pesar de tener sólo dos días, eran suficientes para que Jimin descansara y relajara un poco su mente. Quería alejarse por un rato de todo lo que había estado pensando últimamente, así que fue a visitar a Hoseok, quien estaba un poco ansioso. Su primo estaba por llegar.

—¿Vive muy lejos? —preguntó Jimin, acerca del pariente de su amigo.

—No, es de aquí, pero no quieren dejarlo solo... aunque lo entiendo. 

—¿Por qué?

—Sólo tiene diecisiete años.

—¡Dijiste que tenía mi edad! 

—¿Cuántos años tienes?

Jimin rodó sus ojos, aunque sin haberse molestado. Hoseok rió y revolvió sus cabellos.

—No te enojes, enano. Te caerá bien y--

De pronto, se oyó el timbre. El mayor se paró de su lugar.

—Debe ser él. Ya vuelvo.

Hoseok salió de su habitación, dejando a Jimin solo, sentado en su cama. Mientras esperaba, el muchacho observó todo a su alrededor, haciendo chocar las puntas de sus pies entre ellas. Se inclinó un poco hacia adelante, ya que oyó ruidos provenientes de las escaleras hasta que, de un momento a otro, la puerta se abrió. Hoseok entró con un par de maletas en sus manos. Jimin lo ayudó. Luego, vio al tímido joven que se ocultaba detrás de él.

—Jimin, él es mi primo, Jungkook. Jungkookie, él es el amigo del que te hablé.

—Hola —saludó amistosamente.

—Hola, hyung —dijo el recién llegado en voz baja.

—Qué raro, ustedes no se parecen en nada.

—¿Tenemos que parecernos? Somos primos, no hermanos.

—Está bien, sin embargo... es diferente. No eres de hablar mucho, ¿O sí?

Jungkook negó con la cabeza.

—Descuida, primito. Pasarás mucho tiempo con nosotros. Ya se te va a pasar. Por cierto, el lunes vas a la escuela, ¿No?

—Sí.

—Ya veo —miró a Jimin—. Ey, tú, ¿Qué pasó al final con Yoongi?

Jimin se atragantó con su propia saliva, lo cual hizo al mayor estallar de la risa.

—¿Qué pasó con qué?

—¿Crees que no noté que te gustaba?