Tengo un nuevo amigo

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Tengo un nuevo amigo


−Mati –se acercó Mayte  donde estaba Matías y sonrió al ver a Fabiola− hola –se saludaron−

-Mayte ¡que gusto! –dijo acercándose a ella− ¿es tu hijo? –pregunto sorprendida y negó−

−no mi mamá es más guapa –Mayte sonrío ante el comentario de Matías−

-¡Matías!

-¡qué! –contestaron los dos al mismo tiempo− hola –se acercó Matías y se saludaron−

−hola es que esté –toco la cabecita de Matías− también se llama Matías

−eres mi tocayo –dijo el niño y Matías sonrió−

−eso parece tocayo –le extendió la mano, Fabiola y Eduardo observaban incrédulos, Matías nunca había sido muy afín a los niños−

−¿te quedas a comer con nosotros? –pregunto Fabiola−

−¡sí! Por favor –Matías le hace una carita tierna a Mayte y está ríe−

−no te puedes negar después de eso –sonrío Fabiola−

−si pero un rato tú mamá nos va a estar esperando

−¿dónde está? Ella no confía mucho en ti para que me cuides –Fabiola y Matías rieron ante el comentario del pequeño−

−tuvo que confiar le salió un imprevisto –Matías puso cara de enojado−

−espero que es imprevisto no sea Alex –Mayte lo miro impresionada−

−vayase a jugar antes que me arrepienta de quedarme aquí –Matías salió corriendo y las gemelas detrás de él−

−por cierto no los he presentado aunque creo que ya se conoces por teléfono –Mayte observa a Eduardo mientras Fabiola lo abraza de lado− él es mi otro hermano Eduardo –Mayte hace un gesto de desagrado las veces que habían hablado por teléfono terminaban discutiendo−

−mucho gusto, tú eres –Matías lo interrumpe−

−nuestra gerente de importaciones –Mayte sonríe−

−gracias Matías por la oportunidad

−no me lo agradezcas a mí, es gracias a tú esfuerzo −Mayte sonrió apenada por lo que Matías acababa de decir era nuevo para ella que alguien se diera cuenta que algo hacía bien−

−estuvieron platicando Matías, Fabiola, Armando y Mayte cosas de trabajo, del clima un poco de su vida, de muchas cosas Eduardo estaba serio callado, como si algo le incomodara, Fabiola lo observaba y se le parecía extraño él era un hombre muy espontaneo, hablador dicharachero, hubo un momento en el que Matías se levantó de su asiento y se acercó a los toboganes donde su tocayo estaba jugando, él niño lo vio y se acercó a él−

−¿jugamos? –señalo el área donde estaban unas canastas y tomo una pelota de básquet, Matías sonrío y se acercaron a las canastas− empiezo –Matías asintió y el pequeño aventó la pelota la cual no entro en la canasta− te toca es difícil –su tono era serio no le habia gustado nada que la pelota no entrara a la canasta, Matías lo observó sonrío y aventó− wow –expreso impresionado− eres muy bueno –la emoción la expreso en ese comentario− yo quiero aprender a aventar como tú lo haces

−cuando quieras te enseño

−¿de verdad? –el pequeño estaba emocionado− mi tio Guille nunca quiso enseñarme, dijo que era muy pequeño

Un Poco de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora