Un Poco de Amor

Cambiamos el plan

Cambiamos el plan

–Suéltame patán –grito Afrodita y Wili la miro sonriendo– me está lastimando

–De verdad que eres exagerada –Wili la soltó mientras la observaba Afrodita se agarraba el brazo a la altura donde él la había tomado–

–escúchame bien no le permito a nadie que me hable así y mucho menos que se ría de mí –Wili la miraba sorprendido pero no podía borrar la sonrisa, Afrodita estaba cada vez más molesta–

–es usted un cretino, que se cree que porque esta hay más o menos guapo puede venir y reírse de uno –Wili alzo la ceja–

–¿cómo que más o menos guapo? Sabes mis amigas no piensan eso, ellas piensan –Afrodita lo interrumpió–

–deben de ser igual de cabeza hueca que usted –se giró con la intención de irse pero Wili la tomo del brazo la giro con fuerza y le estampo sus labios en los de ella, Afrodita estaba sorprendida no sabía cómo reaccionar, Wili la empezó a besar de forma tosca, Afrodita reacciono al sentir la forma tan brusca del beso y lo empujo– eres un idiota –le dijo molesta mientras se limpiaba los labios– que asco, eres un patán sinvergüenza, crees que todas las mujeres estamos tan huecas como para derretirnos por un beso tan brusco como ese –Wili estaba asombrado era la primera mujer que se resistía a sus encantos–

–y cómo no va a ser un beso brusco si usted no sabe besar –Wili respondió molesto y Afrodita frunció el ceño– de seguro yo he sido el primer valiente que se ha atrevido a besarla

–Idiota –fue lo último que dijo Afrodita mientras salió corriendo de ahí, al parecer Wili tenía razón, nadie antes la había besado, no al menos con tanta intensidad–

–Katia salió furiosa de casa de Matías y se dirigió para el departamento de Wili, en ese lugar era donde ella pensaba que se iba a sentir mejor, cuál fue su sorpresa que cuando llego él no estaba, le marcó y no contestaba y eso la ponía de peor humor, ese hombre era solo suyo y no le gustaba que ninguna lagartona como ella le decía lo mirara, se sirvió un trago y decidió esperarlo salió al balcón y se relajó un poco mirando el mar, ese departamento estaba en una zona exclusiva del puerto recordó cuando se lo regalo, miró alrededor y fijo su vista en la sala–

–no entiendo –Wili la miraba desconcertada– ¿Qué hacemos aquí? –Katia se acercó a él rodando con sus manos el cuello de Wili y besándolo apasionadamente, esté acaricio su muslo lo subió a él y apretó sus nalgas mientras ella lo besaba y se aferraba a sus hombros, el quitaba su blusa y se perdía en sus pechos besándolos mordiéndolos, lamiendo ese cuerpo que lo excitaban y que sabía que podía tenerlo cuando él quisiera– me vas a decir que hacemos aquí –pregunto insistente mientras no dejaba de acariciarla con deseo–

–esté será nuestro nuevo departamento –Wili la miro y sonrió– bueno es tuyo –Wili la beso nuevamente apasionadamente quito el short que ella llevaba encima y bajo con brusquedad su ropa interior, mientras él se desprendía se su ropa–

–Me encantó tu regalo –la tomo con fuerzas y la penetro mientras ella gozaba de placer en los brazos de ese hombre–

–Katia se estremecía solo al recordar como Wili la hacía suya de pronto la puerta se abrió y ella lo vio, se acercó a él quería abrazarlo y que él la hiciera suya, pero la reacción de Wili fue otra inmediatamente la quito y se dirigió a tomarse un trago–