Un Poco de Amor

¡Ayúdame!

¡Ayúdame!

−Afrodita giro después de decir esa frase, Wili la tomó del brazo−

−Por favor déjame explicarte –Afrodita se soltó enojada de su agarre−

−Que me vas a explicar, lo escuche todo, mientras yo me enamoraba como una tonta de un hombre que no existe, tú solo pensabas en la herencia de mi abuelo

−Las cosas no son así

−Ah no entonces ¿cómo son? Ya se te enamoraste de la fea insípida

−No eres fea, y sí me enamore, como un tonto adolescente, cómo nunca en la vida pensé que lo iba –Afrodita lo interrumpió−

− ¡basta! –grito llena de coraje− no es necesario que sigas fingiendo, no te creo y no te voy a creer, sólo me usaste, me imaginó lo aburrido que ha de ver sido tener relaciones conmigo cuando tenías el placer de haberte metido con la zorra esa

−Katia no me hacía sentir ni la décima parte de lo que yo sentí contigo, monita mi amor te amo por favor créeme

−No Wili, o Guillermo como te llames, no te creo y no te quiero cerca de mí, no sabes cuánto de deprecio, me doy asco por haber estado con un hombre tan poca cosa como tú –Wili la tomó de los hombros girándola pegándola a su cuerpo−

−Dime que te doy asco –Afrodita suspiro molesta−

−Me doy asco yo por estar contigo, eres un miserable que no tiene valores, ni perjuicios, me odio por permitir sentir algo más que desprecio por ti, me odio porque eres lo peor que me paso y agradezco a dios haberme dado cuenta a tiempo de la clase de porquería que eres –se soltó aventando a Wili y se dirigió a un taxi que estaba en la entrada del hospital−

−Afrodita subió al taxi llorando, pidió que la llevara a su casa y que la esperara, tomo un poco de ropa la metió a una maleta, tomó su bolsa, su pasaporte, reviso su cartera tenía todo lo que necesitaba−

−Al aeropuerto por favor –subió al taxi−

−Jade y Matías se perdieron en ese abrazo no supieron si fueron minutos o horas, él celular de Matías sonó−

−Contesta –Jade se separó, Matías negó− debe ser algo importante

−No hay nada más importante que tú en este momento –Jade le acarició el rostro− lo siento

−Te creo –bajo la mirada, Matías con ternura le levanto el mentón−

−Eso quiere decir que seguimos juntos –Jade asintió y Matías la beso−

−Te amo –sonrió al decir eso mientras la besaba−

−Yo también te amo –el celular de Matías volvió a sonar− contesta –Matías sacó el celular de la bolsa de la bermuda−

−Es Eduardo –frunció el ceño, Jade le regalo una pequeña sonrisa y este tomó la llamada, Eduardo le dijo de lo que habían descubierto en la naviera y que era importante que estuviera en Veracruz cuanto antes−

− ¿pasa algo? –Matías la miro−

−Al parecer alguien hizo un movimiento fuerte de dinero, necesito regresar a Veracruz –Jade le acaricio el rostro− perdón mi amor –ella lo abrazó−