Un Poco de Amor

Unos viajes después...

Unos viajes después...

–Eduardo miro de una manera extraña a Mayte, no entendía que era lo que estaba diciendo–

– ¿de qué hablas? –Mayte miro sorprendida a Eduardo cuando hizo la pregunta–

–No de nada

–Mayte –Eduardo se acercó a ella– ¿tú conoces a Candy? –lo miro sorprendida y negó inmediatamente–

–No, claro que no

–Dime la verdad, tú dijiste que Matías estaba con Katia en esa plaza y eso fue verdad ¿cómo sabias?

–Yo no dije eso yo –Eduardo la interrumpió–

–Eres muy mala para mentir –Mayte lo miro bajando la mirada y suspirando– ¿conoces a Candy?

–No claro que no la conozco

– ¿segura?

–Eduardo yo –la puerta se abrió y Mayte descanso al ver que Fabiola entraba en la oficina–

–May necesito revisar contigo los presupuestos ¿tienes tiempo?

–Sí claro –le dio un pequeño besos en los labios a Eduardo y se dirigió con Fabiola a su oficina–

–Afrodita y Wili durmieron juntos aunque no haya pasado más que unos besos, eso a Wili le constaba mucho trabajo, tener a su lado a la mujer que le hacía sentir cosas tan especiales y no poder tocarla de la manera que él quisiera era complicado, Wili llevo a Afrodita a conocer las playas, anduvieron en algunos pueblitos cercanos y disfrutaron mucho de su compañía, un viaje a principio de semana era algo nuevo para Afrodita tenía días que había aceptado que Wili le enseñara sus lugares favoritos y ya empezaba a hacer cosas fuera de horarios, pero eso la hacía sentir bien, por primera vez estaba haciendo lo que ella quería y no lo que alguien le imponía–

–Jade despertó y lo primero que vio fue los brazos de Matías rodeando su cuerpo, la felicidad que le daban el sentir a ese hombre tan cerca no tenía comparación, los siguientes días fue casi la misma rutina Matías los invitaba a comer, en la tarde salían con Mati a hacer algún deporte o alguna de las actividades que tanto le gustan y en las noches Matías los iba a visitar y aunque pareciera raro, Matías y Wili no se habían topado–

–te amo –Jade termino la llamada con Matías y se dirigió a abrir la puerta– ¿Qué quieres? –miro a Katia la cuál le dio una sonrisa falsa–

–Así que por eso te acercaste a Matías –su tono de voz era Irónico–

–No te entiendo

–Claro que me entiendes, fíjate yo pensando que eras una mujer simple conformista sin aspiraciones –Jade la interrumpio–

–No tengo porque estar escuchando tus insultos –Jade hizo a cerrar la puerta pero Katia no lo permitió–

–Claro que tienes, tú te metiste en mi relación con Matías

–Eso no es así, yo nunca me metí

–Ah no, entonces ¿Por qué te acostaste con Matías en Cancún? –el rostro de Jade cambio inmediatamente– tú eres Candy

–No sé de qué me hablas –estaba nerviosa–

–No lo sabes, pues te lo voy a decir ni pienses que Matías te va a creer el cuento que ese niño es suyo