Un Poco de Amor

Escúchame

Escúchame

–Jade, Matías y Mati llegaron a Cancún un poco tarde fueron al hotel que Matías había reservado, Mati estaba feliz y emocionado, así que le costó un poco de trabajo dormir a la mañana siguiente Matías ya tenía el itinerario del día, iban a disfrutar de Xcaret, Mati estaba ansioso, por nadar con los delfines, realizar Snorkel y un sin fin de cosas más que Matías le había contado que podía realizar en ese pequeño paraíso, por su parte Jade estaba feliz pero no por el viaje más bien por la compañía estaba al lado de los hombres de su vida–

−por favor papi –suplicaba Matías queriendo ir a nadar con los delfines−

−Mati dije que sí pero primero iremos al rio subterráneo

−Pero papi los delfines –hizo un pechero y Jade sonrió cuando se dio cuenta que Matías estaba a punto de aceptar−

−Entonces a los delfines –comentó Jade con una sonrisa−

− ¡Sí! –grito Mati y Matías se acercó a Jade besando su cuello−

−Porque hacen conmigo lo que quieren –Jade se giró sonrió acarició su rostro y lo beso−

− ¡Apúrense! –grito Mati ansioso−

−Marcelo llegó a su casa, sintió cierta culpa por lo que le había propuesto a Katia, se sentó en un reposet cerró los ojos y quedo dormido soñando con su esposa−

−No puedo creer –una mujer alta, blanca ojos verdes, con algunas canas y arrugas en su rostro, un rostro que transmitía paz, Marcelo la miró y sus ojos se llenaron de lágrimas− increíble lo que quieres hacer, Mati tiene que estar con sus padres no contigo viejo terco

− ¡Alicia! –Expresó emocionado− vieja loca porque me dejaste solo –Alicia se acercó a él y acaricio su rostro−

−No te deje sólo, tú no te acercaste a tus nietos –Marcelo bajo la mirada− quisiste ponerlos a luchar por una herencia absurda

−Pero ellos –Alicia levantó la mano enojada en señal que se quedará en silencio−

−Ellos te adoran y tu obsesión con un nieto a hecho que se alejen, los cuatro son tus nietos, y aunque con Marimar siempre tuviste discusiones sabes que tú hijo eligió una excelente esposa, al igual que ahora Matías va a ser feliz al lado de Jade, esa muchacha tan dulce –Marcelo la observaba incrédulo, Alicia se acercó a él− todos son tus nietos y los debes de querer por igual, aparte te digo un secreto

− ¿cuál? –preguntó esperanzado en su respuesta−

−Cada vez falta menos tiempo para que estemos juntos, te amo –Marcelo la abrazó rompiendo en llanto−

−No te imaginas cuanto te amo yo −

−Marimar y Agripina habían llegado a casa de Marcelo, Agripina quería limar asperezas y que volvieran hacer la familia unida de cuando su madre estaba−

− ¡Papá! –lo movió cuando observó cómo lloraba estando dormido−

− ¿Qué pasa? –Marcelo abrió los ojos se limpio las lágrimas y observó a Agripina y Marimar−