Un Poco de Amor

Serás solo mía

Serás solo mía

–Sí dime que quieres –Wili sonrió negando–

–Quiero que me dé una oportunidad para demostrarle que estoy aquí por su hija, por lo que es ella, porque me encanta su forma de ser, amo que adore disfrutar de la naturaleza, amo su naturalidad y espontaneidad, me gusta que haya sacado lo mejor de mí y me enseñe a cada instante lo que es amar –Agripina lo miro estaba a punto de sonreír pero quería estar segura de él–

–La quitare del testamento –Wili asintió–

–Me parece perfecto porque amo a Afrodita no a su dinero, y me da una lástima que usted no lo entiendan, que no se dé cuenta la hija tan hermosa y maravillosa que tiene –Agripina lo observo con el rostro desencajado–

–No quiero que mi niña sufra y tu aparentas ser tan maravilloso y eso te hace irreal –Wili se acercó a Agripina y le tomo las manos– confíe en mí, y si para confiar necesita donar toda su fortuna hágalo, que yo igual seguiré al lado de Afrodita hasta que ella quiera dejarme –los ojos de Afrodita se llenaron de lágrimas, las palabras de Wili la habían emocionado–

–Señorita –la voz de Malú la hizo reaccionar– ya podemos pasar –Afrodita asintió mientras Agripina y Wili guardaron silencio–

– ¿todo bien? –Preguntó afrodita entrando al comedor–

–Sí mi amor todo de maravilla –Wili la miro y le guiño un ojo–

–Jade observaba a Matías y Mati jugando futbol, no le había contestado la pregunta porque una vocecita los interrumpió pero sabía que tarde o temprano le tendría que decir la verdad a Matías y a su hijo él tenía derecho a disfrutar a su padre–

–Listo ahora vamos por unas nieves –Mati llego corriendo–

– ¿Nieve? –Mati asintió–

–Quiere una nieve y yo no le puedo negar nada –Matías le dio la mano a Jade mientras tomaba los patines de Mati– nos vamos en el auto

– ¡Sí! –Saltó feliz el niño mientras se acercaba a la camioneta–

–¿los invito a cenar? –Jade lo miro sonriendo mientras Matías le abría la puerta de la camioneta–

–Si hotdogs –Jade lo miro– por favor mami unos hotdogs

–Si es lo que quieres eso comerás –Jade miro a Matías–

–Gracias –susurro mientras se ponía el cinturón, Matías se acercó a ella–

–Gracias a ti por darme lo mejor de mi vida –le dio un beso tierno y se acomodó para llevarlos a cenar–

–Habían terminado de cenar y después de la plática de Agripina con Wili el ambiente se sentía un poco tenso–

–Todo estuvo muy rico –expreso Wili tomando la mano de Afrodita– ha sido un gusto conocerla

–A mí también me encantó conocerte y espero que no sea la última vez que nos veamos, yo me quedare unos días aquí e iré a la ciudad de México, espero que cuando regrese –Wili la interrumpió–

–Cuando regrese me encantaría invitarlas a comer con mi familia –Afrodita sonrió–

–A mí me encantaría conocer a tu hermana y a Mati –sonrió al decir ese nombre le recordaba al pequeño hijo de Jade–