Me tienes loco

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Me tienes loco


–Wili no paraba de reír y Afrodita lo veía molesta, él tenía la mano extendida y está solo lo observaba, trato de controlar su risa–

– ¿qué te piensas quedar ahí todo el día? –Afrodita se levantó– si será terca venga –Wili la tomo de la cintura y la termino de ayudar a levantarse, Afrodita temblaba– ¿tiene frio? –Afrodita no contesto– no me diga que con el chapuzón se quedó sin habla –no pudo evitar reír–

–deje de reírse de mi –Afrodita seguía molesta– usted piensa que soy su payasa o qué –Wili alzó una ceja y Afrodita hizo a salir del estanque pero resbalo quedando a centímetros del rostro de Wili luego de que él la atrapo para que no cayera–

–le dije que la ayudaba, eres muy necia –su voz era dulce mientras veía los ojos de Afrodita y sus labios se acercaban–

–ni se le ocurra que no soy una paleta para que cada que me vea me ande chupando –Wili sonrió ante el comentario la ayudo a salir para después quitarse la chaqueta y ponérsela– no es necesario –ella temblaba de frio y Wili como siempre no le hizo caso la envolvió con ella mientras la abrazaba–

–¿Dónde dejo el carro? –Preguntó mientras se acercaban a la banqueta–

–no es necesario que me esté abrazando, con su chaqueta es suficiente –Wili se separó–

–tiene razón es solo que sigue temblando, debería tomarse algo no le vaya hacer daño –Afrodita lo miró y alzo la cejas–

–primero se burla y ahora se preocupa, ¿Qué pretende? –Wili la miro–

–bueno es que a usted nada le gusta, si me río porque soy patán si la ayudo porque soy interesada, es usted muy complicada –Afrodita levanto las cejas y sonrió–

–un poco, pero bueno ese no es el tema, acaso usted me anda siguiendo –Wili la miro sorprendido–

–Acaso usted es la única que puede venir a este lugar –Afrodita lo miro de pies a cabeza–

–bueno usted no se ve muy intelectual que digamos, así que si no es porque me está siguiendo no sé aque vino aquí –de pronto el celular de Wili sonó y la miro molesto– conteste

–No puedo creer –Afrodita lo miro– me cancelaron nuevamente lo hizo –Afrodita lo miró confundida–

–hice ¿qué?

–Nada usted solo trae problemas –Wili se dio la vuelta y se dirigió a su moto–

–oiga su chaqueta

–Quédesela con la mala suerte que tienes capaz y ya la contagiaste, se la regalo –grito antes de encender la moto e irse molesto–



–Matías bajo a desayunar y Katia ya lo esperaba en el comedor con una amplia sonrisa–

–Amor buenos días –se acercó a él para darle un beso pero Matías giro el rostro–

–Tenemos que hablar –la miro molesto– creo que esto

–Matías mi amor ¿qué pasa? –su tono de voz era dulce–

–Katia nuestro matrimonio –Katia se acercó a él y le acaricio el rostro–

–no Matías tu sabes que para mí tu eres lo más importante no te quiero perder –sus ojos se llenaron de lágrimas– si lo que quieres que renuncie a la idea de ser madre lo hago, todo lo haría por ti mi vida –Katia lo abrazó llorando y Matías suspiró sabia que este tema no sería fácil–

Un Poco de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora