Día de afrontación.

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Era un día caluroso, Hawaii siempre se despertaba de esa manera, una cabaña a lo lejos estaba de manera silenciosa.

Ahí mismo pero en el cuarto se encontraba un chico pelinegro acostado en la cama sin ganas de levantarse, parecía no haber dormido en toda la noche o si lo hizo fue llorando a mares.

- ¡Ahhhh! -un grito hizo que Daesung levantara el rostro sorprendido.

Ahora era el rubio quien irrumpía en la puerta con una bata, sport y un pantaloncillo algo asquerosos.

- ¿Por qué estoy así? -contempló al menor quien mantenía un rostro asustado y se tapaba con la sábana- ¿pasa algo?

- ... tú... ¿En verdad me lo preguntas? ¡Vete! -ordenó demandante el menor en cuanto el rubio quería caminar hacia él- vete por favor Kwon...

- ¿Qué pasa? ¿Estas enojado conmigo? Agh -se quejó- mi cabeza me esta matando -tomó de su rostro con ambas manos- necesito una pastilla... ¿Si estuvo buena la fiesta anoche? -rió de manera leve- ¿Tomé mucho?

La cara de Daesung era de confusión, parecía que el mayor no recordaba nada... eso le dejaba en claro que realmente no sólo había tomado alcohol sino que posiblemente haya consumido otras sustancias.

- Kwon... tú... ¿No recuerdas nada de anoche? -lo miró por encima de la sábana.

- ¿Debería recordar algo? -le sonrió- no me digas que embaraze a alguien por favor -su rostro se convirtió en un típico drama.

- ¿Qué? -mencionó el pelinegro con algo de asombro- no, no, no, no, claro que no... yo sólo, sólo preguntaba...

- Pues no...sólo recuerdo que me aventé en paracaídas, tomé algo de vino y vine para acá pero me ayudaste a entrar a mi cuarto...me quede dormido ¿No es así? -miró al pelinegro rascándose la nuca.

- Ah...si, eso...eso, eso fue lo que paso -mordió su labio inferior inconscientemente por la mentira dicha.

Hasta cierto punto el que GD no recordara nada era bueno, pero tampoco podía quitarse ese sentimiento de culpa por la noche anterior. Tenía que afrontar las cosas, su mente estaba procesando aquel momento en el que los demás llegaran.

- Daesung... ¿Dae? -Kwon pasaba su mano en frente del rostro del menor- ¿Estas bien? ¿Que demonios te paso? -señalo su cuello- ¿Saliste anoche travieso? -volvió a hacer aquella mirada de picardía, cosa que hizo sentir incómodo al pelinegro.

- ¿De que...de que habl...? -se acordó- eh...yo no claro que no -sus mejillas quedaron rojizas- por favor Kwon, no digas nada.

- Ah, claro, tranquilo Daesung...tu secreto esta guardado conmigo.

- ... -¿Debería de agradecerle? No, la verdad no, pero ustedes conocen a este chico- gracias Ji, no quiero que los demás sepan.

- No hay problema con eso, es un secreto que sólo nosotros vamos a saber -sonrió.

- ¿Cuál secreto...? -una voz gruesa irrumpió en la habitación.

- ¡¡Llegamos!! -un chico igual pelinegro con ojeras se mantuvo en la puerta con maletas algo emocionado.

- ¡Hyun! ¡Riri! ¡Bae! -el rubio alzó los brazos acompañando la emoción del mas pequeño.

- ¡Kwon! -quiso correr a abrazarlo pero Kwon lo detuvo, tomo su cabeza señalando que en total, le seguía doliendo.

- Lo siento... iré por una pastilla -salió de la habitación.

- ¡Ey! -lo detuvo el mayor de todos en el marco de la puerta- hice una pregunta... ¿De que secreto hablan tú y Dae?

No te avergüences de mi... sólo quiero darte mi amor (TODAE)♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora