No te avergüences de mi... sólo quiero darte mi amor (TODAE)♡

Sorpresa II.

Al cabo de unos minutos alguna llamada irrumpía en la habitación molestando la poca paciencia que tenía el castaño, con dificultad contestó para después suavizar su voz.

- Ah, hola cariño... -mencionó algo nervioso- ¿Qué? No... claro, claro que ya me estoy preparando.

Del otro lado se escuchaban puras palabras de quejas mientras intentaba hablar para explicarle, luego de dos minutos de aquella "hermosa" plática decidió colgar y levantarse. Un baño fue más que suficiente para vestirse y salir de aquella habitación.

- Hola, ¿Qué tal la noche Dae? -inquirió Seungri.

- Umh, bien... yo, yo, yo tengo que ir a alistarme para hoy -cortó de inmediato el castaño mientras salía de aquel apartamento sin dejarles decir alguna palabra.

Seungri y Minhyuk tan sólo suspiraron mientras veían como Daesung se iba, aquella noche iba a ser tan larga y sin imaginar como iban a sobrevivir a ello pues a ninguno les caía bien aquella mujer que iba a ser la esposa del mayor.

Ya una vez en su verdadero edificio Daesung entró con pocas ganas, su madre había llegado tan contenta como cualquier señora cuando su hij@ se va a casar, estaba tan poco animado que apenas sacó su traje del armario. Desayunó algo ligero mientras leía algunos comentarios felicitándolo por su pronta celebración.

- Ay Daesung, no sabes lo feliz que estoy del que por fin te cases, me alegra que hayas asentado cabeza.

- Mamá... lo que a usted le alegra es que sea una mujer con la cual me vaya a casar, usted nunca quiso a Cho...

- Estás equivocado Daesung, yo si quise y aun quiero a Choi, es sólo que no te veía compartiendo toda tu vida con un hombre... es decir, quiero tener nietos.

- ¿Entonces estás en contra de la adopción?

- Tal vez, es decir... no, pero quiero que tengas hijos propios y no por adopción, ¿Entiendes mi punto?

El castaño asintió mientras terminaba de desayunar con alguna ligera pereza, quería que la mañana y la tarde fueran de lo mas tardíos para que no llegará la noche y tener que comprometerse.

- Bueno, como sea -suspiró- apurate que tenemos que arreglarte ese cabello y vestirte tan perfecto.

- Lo sé, es sólo que tengo nervios -mintió.

- Me imagino, tú te pones nervioso en cada concierto, pero es algo normal... por cierto, ¿Dónde dormiste anoche? Llegué y no había nadie quien me abriera, tuvo que subir el portero para abrirme... no te estarás arrepintiendo de casarte, ¿O si Daesung?

- ¿Qué? -enseguida se puso de pie- ¿Qué cosas dices?... yo no, yo no, eso, es decir, sólo fui a dormir en casa de Seungri, ya sabes, como amigos pues después cuando ya esté casado quizás ya no tengamos tiempo de reunirnos tanto.

- Ay hijo -rió- eres tan elocuente.

Ambos sonrieron mientras se iban al cuarto del castaño haciendo algunas pruebas de peinado y notando cuales perfumes podrían quedar con aquella noche. Luego de algunas horas y el almuerzo el castaño tomó otra ducha.

- ¿Ya estás listo Daesung? Vamos a que te vistas como Dios manda -mencionó la mujer que aun seguía emocionada con el evento.

- Bueno... eh si -un cosquilleo le hacía temblar, estaba tan nervioso que nunca antes se había sentido de esa manera.

- Ya tranquilizate Daesung, es una ceremonia pequeña, ya me imagino cuando sea la ceremonia por la iglesia... agh, estaré tan feliz que nada podrá quitarme ese sentimiento.