PARTE 5.0: Mañana sera otro dia

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Capitulo 48

Scarlett se divirtió mucho y disfrutó de más diversiones que las que había tenido
desde la primavera anterior a la guerra.

Nueva Orleans era una ciudad extraña y
brillante y Scarlett gozó allí con el placer de un prisionero a quien perdonan la
vida.

Los carpetbaggers estaban saqueando la ciudad; muchas personas decentes
eran arrojadas de sus hogares y no sabían adonde recurrir para su próxima
comida, y entre tanto un negro se sentaba en el sillón de gobernador militar.

Pero la Nueva Orleáns que Rhett le enseñó era el lugar más alegre que había visto en su vida. La gente que conoció parecía tener tanto dinero deseaba y ninguna preocupación.

Rhett la presentó a docenas de mujeres, mujeres bonitas, lujosamente vestidas, mujeres que reían de todo y nunca hablaban de las estúpidas cosas serias de los tiempos difíciles. Y los hombres que conoció... ¡qué interesantes eran, y qué distintos de los hombres de Atlanta y cómo luchaban entre sí por bailar con ella, y cómo la piropeaban como si fuera aún una linda joven!

Aquellos hombres tenían el mismo duro e inquieto aspecto de Rhett. Sus ojos
siempre estaban alerta, como hombres que han vivido demasiado tiempo
rodeados de peligros para poder estar nunca totalmente descuidados.

Parecían no tener pasado ni futuro, y cortésmente eludían el contestar a Scarlett, cuando para entablar conversación les preguntaba qué eran o dónde estaban antes de ir a Nueva Orleáns.

Eso por sí solo era extraño, porque en Atlanta todo recién llegado respetable se apresuraba a presentar sus credenciales, a hablar orgullosamente de su casa y su familia, para rastrear los tortuosos laberintos de amistades que
enlazaban a todo el Sur.

Pero estos hombres reservados medían sus palabras cuidadosamente. Algunas veces, cuando Rhett estaba solo con ellos y Scarlett se encontraba en la
habitación inmediata, oía risas y fragmentos de conversación que no tenían sentido para ella; palabras sueltas, nombres raros: Cuba y Nassau en los días del bloqueo, la inundación, oro, pisoteo de derechos, robo a mano armada y saqueo.

Nicaragua, y Guillermo Walker, y cómo murió contra el paredón en Trujillo, una
vez su súbita aparición hizo cesar bruscamente una charla sobre lo que les había ocurrido a los miembros de la banda de guerrilleros dee Quantrill, y pudo percibir los nombres de Frank y Jesse James[28]. Pero todos tenían modalescorteses, buen sastre, y evidentemente admiraban, así que a Scarlett le importaba poco que no quisiesen vivir más que en el presente.

Lo que realmente importaba
era que fuesen amigos de Rhett, y tuviesen hermosas casas y espléndidos
carruajes, y que los llevasen a ella y a Rhett a deliciosos paseos, los invitasen a
comidas, y organizasen fiestas en su honor. A Scarlett le gustaba mucho.

Rhett se divirtió cuando ella se lo dijo.

—Sabía que te gustarían —dijo, riéndose.

—¿Por qué no? —Y sus sospechas se despertaron como siempre que él se
reía.

—Son todos ovejas negras, bribones. Todos son aventureros o aristócratas del
negocio turbio. Todos hacen dinero especulando en alimentos como tu amado esposo, o fuera de los cauces legales, o por caminos oscuros que no admiten un estudio detenido.

—No puedo creerlo; bromeas; es una gente distinguidísima.

—La gente distinguidísima de la ciudad está muerta de hambre —dijo Rhett
— y vive en chozas en las que dudo mucho que me recibieran. ¿Sabes, querida? Aquí tuve yo algunos negocios durante la guerra, y esa gente tiene una memoria endiabladamente buena. Scarlett, eres para mí un perenne manantial de alegrías. Tienes un arte especial para escoger siempre lo peorcito en personas y cosas.

Lo Que El Viento Se LlevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora