C. 7: Conversación telefónica
-¿Diego? ¿Qué hacés acá?-preguntó Violetta.
-V-V-Violetta...-Diego se pasmó al verla de nuevo, y sin saberlo, extendió la hoja de papel de Violetta.
-¿Qué es esto?-preguntó ella, sosteniendo la hoja.
-Ehh, es la hoja, que dejaste en el parque...-dijo él.
-¡¿En serio?! ¡No lo puedo creer!-exclamó Violetta y abrazó a Diego.
Hasta que se dio cuenta de lo que había hecho estaba mal, así que dejó de hacerlo. Los minutos siguientes fueron muy incómodos, debido al abrazo.
-Bueno, gracias...-dijo Vilu.
-...De nada...-dijo Diego.
-Ehh, bueno, ya tengo que irme...-dijo ella-Chau, Diego.
Mientras Violetta se iba, Diego pensó algo peculiar: ¿Ese abrazo significaba algo? ¿O sólo era para agradecerle? Sin duda, no podría preguntárselo. Ya le había tomado mucho ir con ella una segunda vez, la tercera vez seguro sería peor.
Diego estaba a punto de irse, hasta que notó algo en el suelo. Era un celular blanco, con una V por detrás.
"El móvil de Violetta." pensó Diego.
Diego se lo iba a entregar, pero Violetta estaba demasiado lejos para alcanzarla. Ahora era peor. Diego no tenía en sus manos una simple hoja de papel, sino su celular. Sin duda, un gran dilema.
El teléfono sonó, y Diego atendió.
-¿Aló?-dijeron por la otra línea.
"Es la voz de Francesca." pensó Diego "¿Que hago ahora?"
-¿Vilu? ¿Estás ahí? Debo preguntarte algo...-continuo diciendo Francesca.
Diego no respondió.
-Violetta, si estás así por lo de Diego, no tenés nada porque sentirte ofendida. Es por tu propio bien, no podés seguir enamorada de ese traid...
-¡¿QUÉ?!-exclamó Diego sorprendido. No pretendía hacerlo, pero el escuchar eso inmediatamente salió de su boca.
-¿Aló? ¿Quien habla?-preguntó Francesca asustada, pues esa voz no era de su amiga, sino era una voz varonil.
-Francesca, soy yo Diego, necesito que repitas esa última parte...-dijo él.
-¡¿Diego?! ¿El Diego que lastimó a Vilu? ¿Qué hacés vos con su teléfono? ¡No me digas que a parte de mentiroso eres ladrón!-exclamó Fran.
-No, a ella se le cayó el móvil cuando se fue, Francesca necesito que...
-¿Cómo que cuando se fue? ¿Estuviste con ella otra vez?
-Si, yo, le devolví la hoja que se le cayó en el parque, ahora necesito...
-¡No! ¡Yo no hablo con vos! ¡Falso!-dijo Francesca y colgó.
Diego pensaba en llamarla de vuelta, pero era algo insensato, Francesca no hablaría con él ni en un millón de años. Pero necesitaba saber si era en verdad que Violetta sentía cosas por él.
Mientras tanto, Violetta iba en un taxi camino a su departamento, y sin evitarlo volvió a pensar en Diego. En el reencuentro, en los sentimientos que volvieron hacia ella, en el abrazo, en los 100 latidos por segundo...
De repente, el taxi dio una vuelta inesperada. Violetta sólo pudo ver que otro auto se incrustó en el frente del taxi. Mientras el otro auto se estrellaba, y la aplastaba violentamente contra el auto, Violetta vio todos los sucesos importantes para ella.
Y cuando terminó, cerró los ojos...muy despacio...
*En el hotel de Diego*
"Por favor Francesca, atiende." pensó Diego mientras llamaba a Francesca. Necesitaba saber que había dicho Violetta de él.
-¿Hola?-dijo Francesca por el teléfono.
-¡Francesca! ¡Por favor repite lo que...
-¿Diego? ¿De nuevo sos vos? ¡Ya te dije que no quiero hablar contigo! ¡Sos un traidor, falso, mentiroso, rompecorazones...
-Si, ya lo se Francesca, soy el peor hombre que ha pisado la Tierra, ¡pero necesito saber que dijo Violetta de mi!
-Ni hablar...
-Mira Francesca, yo he cambiado. El lado malo de mi que crees que tengo, en realidad nunca existió. Yo nunca quise perjudicar a Violetta, sólo quería información de mi padre...-dijo él-Ya se que le mentí, pero era porque no quería perderla, y desde entonces la necesito mucho, la necesito cuando despierto, cuando como, cuando camino, cuando duermo...La necesito todo el tiempo...
-Sólo estas mintiendo...-dijo Francesca.
-No, hablo en serio, por favor Francesca. Ella es el amor de mi vida. Y sólo tengo una oportunidad. Si la arruino, la perderé para siempre...
-Esta bien, te diré...-dijo Francesca convencida-Dijo que cada vez que te acercás a ella, sentía mariposas en el estómago; y que cuando le hablás su día se llena de felicidad; y que cuando te ve su corazón late 100 veces por segundo...
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Diego. Al fin el amor de su vida le correspondía. Ya no podía esperar a verla de nuevo y decirle todo lo que siente. Diego colgó el teléfono y salió corriendo de su hotel.
Estaba tan feliz, que recordó de memoria el camino a la disquera, ahí la esperaría y le confesaría todo su amor.
En el camino, pasó por una calle llena de gente. Estaban alrededor de dos autos que parecían estar chocados. También estaba la policía y una ambulancia.
"Un choque..." pensó Diego.
Los ojos de Diego, se concentraron directamente en una chica que transportaban en una camilla. Al parecer estaba herida. Tenía muchos moretones, y la sangre no paraba de fluir de su cráneo.
De repente, Diego se fijó en la cara de la chica. Era una cara familiar.
Una cara que conocía desde hace mucho tiempo. Cuando se dio cuenta de quien era, entró en estado de shock.
-¡¿Violetta?!-exclamó Diego, asustado.
