Capitulo 32

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C. 32: Año nuevo en Roma

24 horas antes...

Francesca estaba en Roma para celebrar Año Nuevo con su familia, pero le preocupaba dejar a Violetta sola. No quería que estuviera triste.

Era un Lunes 31 de diciembre, y Francesca había salido a pasear a la Plaza de la República, una plaza en Roma muy conocida.

La brisa decembrina azotaba sobre la cara de Francesca, había nieve por todas partes. Francesca creyó que caminaba sola, pero de repente comenzó a sentir que alguien la perseguía. Era muy extraño.

El acosador parecía alto, llevaba traje y unos botines cafés. Francesca reconoció los botines, pues los llevaba puestos en su reencuentro.

-¿Marco?-preguntó Francesca.

El hombre no tuvo otra alternativa que tratar de esconderse en un arbusto. Pero la nieve estaba muy espesa y tropezó, donde se le cayó el gorro que traía puesto. Francesca se acercó a fijarse en la cara del hombre, y en efecto, era Marco.

-¿Marco que estás haciendo?-cuestionó Francesca.

Marco se levantó del suelo.

-Necesitaba verte.-respondió él, mientras se quitaba nieve de la ropa.

-¿Y por eso me perseguís en la calle?-dijo ella absurdamente.

-Pues lo siento, pero como dijiste que no me acercara más a ti, creí que esta era la única forma de hablar contigo.-dijo Marco.

-Bueno, ¿de qué querés hablar?-preguntó Francesca.

-De nosotros...-dijo Marco-Sabes que no podemos quedarnos sin hablar de eso...

-Marco, no tenemos nada que hablar...

-Si, si tenemos. Por favor, si crees que aún hay posibilidades entre nosotros...-dijo Marco-nos reencontráremos aquí, mañana a las 10 de la noche...

-¿Qué querés decir?

-Si vienes, quiere decir que aún existen posibilidades. Y sino, sabré que lo nuestro se acabó...

Francesca quedó pensativa.

-Feliz año, Marco.-dijo Francesca, y se fue.

Francesca quedó pensando, mientras iba en camino a la casa de sus padres. ¿En realidad Marco hablaba en serio? Ella no sabía que hacer; si Marco hablaba en serio, y no iba, le rompería el corazón. Pero si iba, y él no hablaba en serio, ella se quedaría plantada. Era una decisión muy importante por hacer.

Cuando Francesca llegó, su teléfono sonó, y no era nada más ni nada menos que Camila. Francesca sonrió. Todas las Navidades Camila la llamaba, pues estaba en Londres estudiando actuación, y no podía verla en persona.

-¡Hola Cami! ¡Feliz año!-exclamó Francesca-¿Cómo estás?

-¡Genial! ¿Vos?-dijo Camila al lado de la otra línea.

Francesca dudó su repuesta, y decidió que necesitaba hablar con alguien de lo que le pasaba con Marco, así que le contó todo a Camila. Cuando terminó, Camila hizo una pausa.

-Bueno,-dijo Camila reflexionativa-todo lo que me decís es muy complicado, pero supongo que si en verdad querés y confías en Marco, pues deberías darle una segunda oportunidad a su relación.

-¿Eso pensás?-preguntó Francesca.

-Por supuesto, pero supongo que ahora te toca a vos decidir.-sugirió Camila-Hacé lo que te diga el corazón.

Francesca sonrió.

-Gracias, Cami.-dijo Francesca-En realidad lo necesitaba.

-De nada.-comentó Camila-Feliz año.

-Feliz año.-dijo Francesca al colgar.

Francesca pensó en todo lo que le dijo Camila, y decidió que en realidad amaba a Marco, y que debía darle una segunda oportunidad a su relación. Eran las 10:30 de la noche, así que Francesca corrió hacia la plaza para encontrarse con Marco.

Cuando Francesca llegó, vio a Marco. Estaba sentado en una banca. Estaba nevando, y su chaqueta ya estaba llena de nieve. Tenía una mirada perdida. Pero cuando levantó la mirada, y vio a Francesca ahí, sonrió y corrió hacia ella.

La abrazó y le dio un beso en los labios.

-Te quiero, Francesca.-dijo él.

-Te quiero.-respondió Francesca.

Novela Dieletta: ❤Tus ojos me hacen sentir que estoy volando❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora