Capitulo 44

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C. 44: Dolor
En un jueves nublado, Violetta miraba por la ventana de su habitación, reflexionando. Como en 1 sólo día, su vida se había destruido por completo.
Su padre había muerto, Diego la había traicionado, Violetta le dijo que no se acercara más a ella, y ahora le dolería cada vez más al cantar la canción que había compuesto para él.
A Violetta ya le dolían los ojos de llorar. Aún estaba triste, pero se le habían agotado las lágrimas de haber llorado tanto.

Ese mismo día, era el funeral de su padre, y Francesca estaba muy preocupada por como actuara Violetta en la ceremonia.

-Vilu,-dijo Francesca al entrar a la habitación de Violetta-¿estás lista para irnos?

Violetta no respondió.

-¿Qué te pasa, Violetta?-insistió Francesca.

-Tengo miedo.-dijo Violetta.

-¿Miedo? ¿Miedo de qué?-preguntó Francesca.

-De que algo malo pase.-contestó Violetta.

-¿Y por qué tenés miedo de que algo malo pase?-cuestionó Francesca.

-Porque mi vida va de mal en peor...-explicó Violetta-Cuando vos ves algo malo pasar, siempre te mentalizás que a la próxima saldrán mejores las cosas. Pero al cabo de un tiempo, tu vida se llena de esas mentalizaciones, y causan el efecto contrario. Cada vez que pienso que algo saldrá bien, sale terrible. ¿Qué pasa si algo increíble esta por pasar, y yo lo arruino?

Francesca se quedó callada por un momento, observando fijamente a su amiga.

-Vaya, eso es...-dijo Francesca-profundo. Pero no será así. Vos no vas a arruinar nada, Vilu.

-¡¿Cómo lo podés asegurar?!-exclamó Violetta descontrolada.

Francesca abrazó a Violetta para calmarla. Violetta se soltó a llorar en los brazos de su amiga.

-Todo estará bien.-dijo Francesca.

2 horas después, era el tiempo del funeral del padre de Violetta.
Violetta y Francesca llegaron a la iglesia muy deprimidas. El lugar donde algún día Germán se había casado por primera vez, ahora era el lugar de su funeral.

Al cabo de 40 minutos, la gente comenzó a llegar. Todos estaban muy tristes y con mala cara, la mayoría de ellos eran empresarios compañeros de Germán.
El asiento de Violetta y Francesca estaba justo al lado del féretro, y a Violetta le causaba mucho dolor. Cada vez que recordaba a su padre, una lágrima recorría su mejilla. Deseaba tanto unos de esos abrazos que siempre la consolaban de Diego.

Mientras la ceremonia corría, la cabeza de Violetta estaba en las nubes. Sólo podía pensar en dos cosas: su padre, y Diego.
Pronto, llegó el turno del discurso de Violetta. Cuando pasó al micrófono, tuvo un enorme nudo en la garganta.

"No puedo hacerlo..." pensó Violetta una y otra vez.

La vista de Violetta se nubló, le dio una jaqueca terrible, sólo tenía ganas de cerrar sus ojos y olvidarse del mundo por un momento.

-Lo siento, tengo que irme.-dijo Violetta saliendo de ahí.

Afuera llovía, pero Violetta tenía que irse a otro lugar. Quería olvidarse de la tristeza, del dolor, de la depresión, de todo...
Pero lo recordó aún mas al ver una silueta de un hombre de pie.
Era Diego.

-¿Diego?-preguntó Violetta confusa.

Él se acercó a ella.

-¿Qué hacés acá?-continuó Violetta-¡Te dije que no quería verte de nuevo!

Diego sonrió.

-Violetta, no he venido aquí para recuperarte.-respondió Diego-Si quieres que no tenga nada que ver contigo, esta bien, me alejaré...

Diego acarició gentilmente la cara de Violetta secando sus lágrimas.

-¿Pero me impedirás hacer que te sientas mejor?-comentó Diego.

Violetta abrazó a Diego, mientras lloraba desconsoladamente en sus brazos. Sorprendentemente, la hizo sentir mucho mejor.

Había algo en los abrazos de Diego que siempre la consolaban, borraban su dolor. ¿Acaso había sido un error alejarse de él?

Por: @FCODieletta :D

Novela Dieletta: ❤Tus ojos me hacen sentir que estoy volando❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora