C. 33: Vuelo 216
Desde que Francesca regresó de Italia, Violetta estaba levantándose más tarde. No iba a trabajar por las mañanas, y Francesca era quien debía despertarla por el mediodía, y eso se debía a una simple razón: Diego.
Desde que ocurrió lo de Año Nuevo, Violetta comenzó a tener sentimientos aún más fuertes y profundos por Diego, pero debía contenerlos por el hecho de que él no quería estar con una celebridad. Así que Violetta reprimía esos sentimientos, y se pasaba los mediodías dormida o recostada en la cama. No se podía evitar, era un mal tiempo para Violetta.
Francesca comenzó a preocuparse seriamente por su amiga, así que decidió tener una conversación con ella, para poder ayudarla o aconsejarla.
-Vilu,-dijo Francesca mientras Violetta almorzaba-¿se puede saber a que se debe esto?
-¿A qué te referís?-dijo Violetta masticando un pedazo de fruta.
-Bueno, pues, todo lo que pasa.-explicó Francesca-Últimamente has estado deprimida. ¿Acaso algo pasó en la Gala de Fin de Año?
Violetta se quedó callada.
-¿Qué pasó, Violetta?-cuestionó Francesca, pues conocía a su amiga, y sabía que esos largos silencios de Violetta, ocultaban algo.
Violetta suspiró, y relató...
-Diego apareció en la Gala, y...-contó Violetta-León se puso celoso, me pidieron que cantara, y me di cuenta de que amo a Diego... Y después de eso, León se enfadó conmigo, pero no quería armar una escena en frente de los empresarios, así que me dijo que después hablaríamos...
-¿Y?-preguntó Francesca.
-Después de eso, no he hablado con ninguno de los dos.-dijo Violetta-Pero tengo tantas ganas de decirle a Diego de que lo amo, y de que haría cualquier cosa por él. Y decirle a León que abandono todo del noviazgo falso, y las mentiras, todo...
Francesca recordó lo que Camila le había dicho antes, y creyó que sería lo mejor para aconsejarle a Violetta.
-Vilu, yo creo que si en realidad lo amás a Diego...-aconsejó Francesca-Renuncies a todo lo que te ha impedido estar con él. Es decir, las mentiras, la falsedades, las traiciones...
-¿Pero cómo me aseguro de que Diego no me va a fallar de nuevo?-dijo Violetta con la mirada al suelo.
-No podés...-dijo Francesca sonriendo-Sólo podés confiar en tu amor por él, y si lo lográs, es que en realidad querés darle otra oportunidad a su amor...
Violetta sonrió.
-Gracias, Fran.-dijo Violetta abrazando a Francesca.-Tus consejos siempre me ayudan.
-De nada.-respondió Francesca-Ahora andá y luchá por tu amor.
Violetta se levantó de la mesa, y tomó su abrigo. Fue en camino a la oficina de León, debía zafarse de las mentiras.
Violetta tocó la puerta de la oficina de León.
-¡Pase!-gritó León desde adentro.
Violetta entró. León puso una cara de rabia cuando vio a Violetta.
-Ah, eres tu.-dijo León con mala gana.
-Si, soy yo.-dijo Violetta.
-¿Qué haces aquí?-preguntó León aún molesto
-¿Qué hago aquí?-exclamó Violetta-¡Por si no lo recordás, me obligaste a ser tu novia en frente de las cámaras por todo un mes, y hasta me abofeteaste por eso!
León se levantó de su asiento.
-Mira, Violetta, yo se que estuve mal en abofetearte, ¿pero por eso me vas a dejar en ridícula en la gala? ¡Estabas bailando con Diego! ¡Todos creyeron que yo...
-¡León estoy harta!-exclamó Violetta-¡Todo el tiempo te preocupás de lo que la gente piensa de vos, y de si te dejan en ridículo, pero creo que es más importante lo que pensás de vos mismo! ¡Me manipulaste para ser tu novia! ¡Me abofeteaste por eso! ¡Estás tan preocupado de lo que la gente piensa de vos que hacés cosas terribles! ¡Y si querés tener tu consciencia llena de mentiras bien! ¡Pero yo no!
Dicho eso, Violetta salió de la oficina dando un portazo. Al fin se había librado de las falsedades, y estaba lista para decirle a Diego lo que sentía.
Decidió llamarlo, pero Diego no atendió. Hasta que Diego atendió sin querer, y Violetta pudo escuchar la voz por los altavoces indicando que aterrizaba el vuelo 216 de España. Estaba claro, Diego estaba en el aeropuerto. Violetta no quiso esperar, así que tomó un taxi al aeropuerto en busca de Diego.
Al llegar, buscó el área de aterrizaje. Al principio no pudo distinguirlo entre la multitud, pero cuando lo hizo se quedó en shock.
En efecto, Diego estaba ahí. Abrazando a otra chica.
