C. 47: Y el tiempo se detuvo
Violetta reflexionaba, sentada en la pequeña alfombra rosa hecha con lana que cubría el suelo de su habitación.
Pensaba en el tiempo. En cómo el tiempo puede llegar a distorsionarse, o incluso a detenerse dependiendo en la situación en la que te encuentres. Y como llega eso a cambiar gran parte de transcurso de tu vida.
En un instante, su padre había fallecido; un día estaba lleno de vida, y al otro, yacía en un ataúd preparado para su entierro.
También, en un instante, Francesca había sido estafada por ejecutivos musicales; un día la habían rodeado de ilusiones acerca de convertirse en una estrella del pop, y al otro, estaba angustiándose por haber invertido casi todos los ahorros de su vida en una enorme mentira.
Pero de repente, Violetta pensó, en esas situaciones, el tiempo pasa muy rápido, pero ¿y cuando pasa muy lento? ¿Qué situaciones te hacen sentir como si el mundo se hubiera detenido?
Automáticamente pensó en la persona por la que más se moría por ver, pero no podía evitar sufrir cada vez que estaba cerca de él; Diego.
Diego la hacía sentir como si el mundo no avanzara, como si se quedara quieto; como cuando la miraba con esos ojos llenos de amor, o le daba esas sonrisas que le cosquilleaban el estómago. Pero también, cuando besó a Irene.
Por más que Violetta tratara de olvidarse de eso, más regresaba a sus pensamientos... ¿Acaso era tan importante que Diego besara a otra chica?
"Eso no debe de importarme..." pensó Violetta "Él se puede besarse con quien quiera, ya no estamos juntos..."
Violetta se agachó y comenzó a llorar. No tenía ninguna otra explicación por hacerlo, más que el simple hecho de que quería sacar todas sus lágrimas ahora, así no se derramarían en el momento equivocado o por la razón equivocada.
Y Violetta lloró y lloró, hasta casi quedarse vacía. Le hizo bien, pues a veces uno necesita quebrarse por un rato para después repararse mucho mejor.
Violetta, sin pensarlo, llamó a la persona en quien más confiaba, y a quien siempre había apoyado.
-¿Angie?-dijo Violetta en cuanto atendieron el teléfono.
-¿Vilu? ¿Sos vos?-respondió Angie.
Violetta sonrió.
-Sí, soy yo...-contestó Violetta-Me alegra hablar con vos, no nos hemos visto desde que te mudaste a Francia.
-Lo sé, han pasado un montón de cosas desde que nos vimos por última vez.-dijo Angie-He oído que eres una sensación musical en Argentina...
-Sí, algo así.-afirmó Violetta-De hecho daré una gira por Latinoamérica y Europa el próximo mes.
-¡Increíble!-la felicitó Angie-Si vienes a Francia iré a uno de tus conciertos a verte brillar.
-Gracias, significaría mucho para mí.-agradeció Violetta.
-Y bueno, ¿qué tal de amores?-preguntó Angie intrigada.
-La verdad, estoy muy confundida.-mencionó Violetta-¿Recordás a Diego?
-¿El chico que conociste en la fiesta de Youmix? Sí, lo recuerdo. ¿Por qué?-interrogó Angie.
-Bueno, resulta que él planeaba algo con Ludmila para sacarme del Studio...-explicó Violetta.
-Oh por dios, lo siento tanto.-se sorprendió Angie-Imagino que no lo habrás perdonado ¿cierto?
-Esa es la parte confusa...-continuó Violetta-Me reencontré con él hace 2 meses, y desde entonces no he dejado de pensar en él. Tal vez creas que estoy loca por perdonarlo, pero cada vez que estoy cerca de él, es como si todo se detuviera y el piso temblara. Es extraño ¿no?
-No, para nada.-dijo Angie-Eso sentís cuando estás cerca de alguien especial. Honestamente, eso sentía con tu padre...
-Fue muy trágico enterarte, ¿verdad?-preguntó Violetta.
-Sí, me quedé en shock cuando lo escuché...-comentó Angie-Pero supongo que ahora está en un mejor lugar....
-Sí, es bueno pensar eso.
-Bueno, Vilu, si querés un consejo acerca de lo que te pasa con Diego, supongo que el único que puedo darte es que...aproveches tu oportunidad. Si sentís eso por alguien, no dejes que se vaya, porque tal vez nunca vuelvas a sentirte de esa manera con otra persona.-aconsejó Angie-Ahora me arrepiento de no haber confesado mis sentimientos a tu padre, y no quiero que eso te pase a vos... Es muy destrozante.
-¿Pero qué voy a hacer? ¿Le doy otra oportunidad? Me ha traicionado 2 veces, ¿cómo saber si no lo hará de nuevo?-cuestionó Violetta.
-No podés saberlo...-respondió Angie-Sólo te queda decidir si volverás a confiar en él o no.
Violetta reflexionó por un instante.
-Aunque quisiera hacerlo, ya es casi medianoche, no va a estar despierto...
-Vilu, recordá, nunca es demasiado tarde para el amor.-sonrió Angie.
Violetta también sonrió.
-¿Qué haría yo sin vos, Angie?-dijo Violetta feliz.
-Estarías perdida en tus emociones...-bromeó Angie.
-Bueno, Angie, gracias por el consejo.-dijo Violetta-Me tengo que ir, chau.
Violetta colgó y se encaminó a la puerta.
Pero antes de abrirla, Violetta se detuvo. Se dio cuenta de que no podía ir a confrontar a Diego sin antes pensar en que iba a decirle.
¿Le diría que lo amaba? ¿O sólo le diría lo que sentía?
Lo único que Violetta sabía, era que si veía a Diego una vez más, y el tiempo se detenía, significaba que en realidad era especial para ella.
Violetta salió de su departamento, y sin pensarlo corrió a ver a Diego.
Llegó al edificio, subió rápidamente en las escaleras, y tocó la puerta del departamento.
Diego abrió.
-¿Violetta?-dijo Diego extrañado al ver a Violetta con gotas de lluvia en el cabello y las botas llenas de lodo, pues llovía afuera.
-Diego...-respondió Violetta.
Diego se acercó a ella.
Inmediatamente, el corazón de Violetta se aceleró, y no porque había corrido 5 cuadras en la lluvia, sino porque la respiración de Diego se escuchaba tan cerca de ella.
-Me alegra que estés aquí...-dijo él tomándola de la mano.
Y, justo como lo predijo Violetta, el tiempo se detuvo.
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Novela Dieletta: ❤Tus ojos me hacen sentir que estoy volando❤
Fiksi PenggemarTERMINADA.