C. 29: Llorar
Violetta abrazó a Diego. Él se sentía muy feliz de que haya hecho eso, pues en esos momentos lo único que quería era un abrazo.
-Feliz Navidad.-dijo Violetta.
-Feliz Navidad, preciosa.-dijo él susurrándole al oído.
Violetta y Diego se abrazaron por un largo tiempo. Después de hacerlo, él la tomó de la cintura. Sus caras estaban muy cerca.
-Vamos, no querrás estar así de cerca de mi.-dijo Diego en voz baja.
-¿Por qué no?-dijo Violetta mirando a los ojos muy fijamente a Diego.
Violetta y Diego juntaban sus labios cada vez más. Pero Diego se alejó.
Él le susurró en el oído:
-Porque entonces intentaría besarte.-dijo Diego.
-¿Y qué pasa si lo haces?-preguntó Violetta acercándose a Diego de nuevo.
-Estás con León.-dijo Diego.
Violetta estaba harta de que esto sucediera, así que decidió decirle la verdad a Diego.
-Bueno, Diego, debo decirte la verdad.-dijo Violetta.
-¿De qué hablas-preguntó Diego.
-Yo...-trató de decir Violetta-en realidad no estoy saliendo con León.
Diego parecía confundido.
-Ya se que parece raro, pero lo que pasa es que...-explicó Violetta-Él me pidió que yo tuviera un noviazgo falso con él y ahora...
-Violetta,-dijo Diego interrumpiéndola-aún así, aunque no estés saliendo con León, no estoy preparado. No estoy preparado para salir con alguien que es figura pública. Justo hace 2 días, salió en todos los medios de la prensa acerca de nuestro beso. No creo que pueda vivir con eso.
Violetta asimilaba todo lo que escuchaba, y no lo podía creer. Diego tenía razón. ¿Por qué alguien tendría ganas de salir con un famoso, a quien no respetan su privacidad?
-Entiendo...-dijo Violetta.
Violetta se veía molesta, y se fue.
-No, espera.-dijo Diego tomándola del brazo-No me refiero a que no quiero estar contigo, es sólo que, no estoy acostumbrado a estar con una celebridad...
-Si, lo se...-dijo Violetta, y esta vez definitivamente se fue.
Violetta tenía unas grandes ganas de llorar. Pero no lo hizo. No podía dejar que algo tan pequeño la hiciera llorar. No esta vez.
Violetta regresó a su departamento. Justo en ese momento, Francesca la llamó.
-¿Aló?-preguntó Violetta.
-Hola, Vilu.-dijo Francesca por la otra línea.-Feliz Navidad.
-Igualmente. Oye, ¿ya llegaste a Roma?-preguntó Violetta.
-Si, mi avión acaba de aterrizar.-respondió Francesca-Por cierto, ¿cómo te fue con León?
-Me escapé...
-¡¿Qué?!-exclamó Francesca.
-Si, como lo escuchaste.-dijo Violetta-No podía seguir con la mentira del noviazgo, así que decidí ir a explicárselo a Diego.
-¿En serio?-dijo Francesca asombrada-Guau. Entonces, ¿todo arreglado?
-Eso creía, pero él no quiere salir con alguien famoso.-comentó Violetta.
-Oh, lo siento.
-Esta bien.-dijo Violetta-Creo que cuando acepté ser una figura pública,
sabía en lo que me estaba metiendo. Después de todo, la fama tiene sus pros y sus contras.
-Entonces, ¿estas bien?
-Algo así. No te preocupes, Fran.
-Bueno, me tengo que ir, chau.-se despidió Francesca.
-Chau.-dijo Violetta, y colgó.
Al día siguiente...
Era la mañana de Navidad. Violetta no tenía ganas de hacer nada, más que recostarse en su cama tapada hasta arriba y dormir hasta muy tarde. Parecía un plan perfecto, hasta que la llamó León. O bueno, la asistente de León.
-¿Hola?-contestó Violetta, un poco adormilada.
-Feliz Navidad, señorita.-dijo una voz de una señora-La llamo para decirle que el señor León Vargas desea hablar con usted en su oficina.
-Bueno, lo siento, pero ahora no puedo.-dijo Violetta.
-Disculpe molestarla, pero el señor León dijo que viniera lo antes posible.-dijo la asistente.
-¿Es tan urgente?
-Lo supongo, señorita.
-Bien.-aceptó Violetta de mala gana-Iré ahí en una hora.
A Violetta en realidad le molestaba tener que vestirse para a salir a la calle, pero prefería eso a salir en piyama a una de las disqueras más prestigiosas.
Cuando llegó, dejaron pasar a Violetta a la oficina de León. Violetta entró, y la oficina estaba vacía. Sólo tenía una silla, donde estaba sentado León.
-¿León?-dijo Violetta confundida-¿Para que me llamaste?
-Necesito una explicación.-respondió él, levantándose de la silla.
-¿Por qué?-preguntó ella.
León caminó hacia ella molesto.
-¡¿Por qué?!-exclamó León furioso-¡¿Cómo que "por qué"?! ¡Me abandonaste ayer en el programa de Argentina's Stars! ¡Te levantaste de la silla y saliste de ahí sin decir nada! ¡Me humillaste en televisión nacional!
Violetta se quedó callada. Jamás había visto a León tan histérico.
-¡Además, ¿qué es eso de que te besaste con un desconocido?! ¡Dime!-argumentó León-¡¿Acaso ese desconocido fue Diego?! ¡Y no lo niegues! ¡Esa es su cara!
-León, la verdad no se porque actuás celoso.-contestó Violetta-Vos y yo sólo somos novios de ficción, no es verdadero. Sólo es un "noviazgo falso".
-¡Sí! ¡Pero cuando acordamos tener un noviazgo falso, no te di el derecho de besarte con otros ni de dejarme en ridículo en público!-gritó él desesperado-¡Ahora soy el tipo de chico que lo pisotea su novia!
Violetta empezó a molestarse. León no podía ser más irracional.
-¡Esto no hubiera empezado si vos no me hubieras hecho fingir ser tu novia!-discutió ella-¡Tenés una novia falsa, porque no te podés conseguir una! ¿Y sabés porque? ¡Porque sos un mentiroso, falso, soberbio...
Antes de que Violetta pudiera terminar, León la abofeteó. Pudo ser sólo por instinto a los gritos, pero lo hizo.
-¡IDIOTA!-gritó Violetta adolorida-¡SOS UN IDIOTA! ¡TE ODIO!
Violetta salió de ahí lo más rápido que pudo, dejando a León aún asimilando lo que acababa de hacer. Él siempre había sido respetuoso, y nunca le hizo daño físico a ninguna mujer, pero al parecer guardó demasiado dentro de él y explotó.
Violetta salió corriendo sin mirar atrás. No le importaba nada. Estaba saliendo falsamente con un cínico, falso, mentiroso, traidor y neurótico.
Y de nuevo le dieron esas intensas ganas de llorar. Pero esta vez si lo hizo, no se contuvo. Así que Violetta lloró, y lloró, y lloró.
