C. 34: Una vieja amistad
Al llegar, buscó el área de aterrizaje. Al principio no pudo distinguirlo entre la multitud, pero cuando lo hizo se quedó en shock.
En efecto, Diego estaba ahí. Abrazando a otra chica.
Violetta no lo podía creer. ¿Diego estaba ahora con otra chica? ¿Acaso en esos pocos días, había conocido a otra chica?
La chica tenía cabello negro a los hombros, era alta, esbelta, y llevaba puesto un vestido floreado rojo. Tenía unas maletas en los costados. Era obvio, Diego la había recogido del vuelo. Esa chica venía de España.
Diego y la chica se separaron. Ella le dijo algo y se fue, y cuando Diego se volteó, vio a Violetta. Violetta se alejó y Diego la siguió.
-Violetta, ¿qué haces aquí?-preguntó Diego.
-¿Qué hago aquí?-dijo Violetta casi gritando-¡Vine aquí a decirte lo que sentía por vos y te encuentro con otra chica!
-¿Qué?-dijo Diego-¿Lo dices por Irene? Ella sólo es...
-Oh, si, que lindo nombre.-dijo Violetta siendo sarcástica de nuevo-¿Por qué no andás con Irene y sólo me ignorás?
Violetta se quería ir, pero Diego la tomó del brazo.
-Violetta, Irene sólo es una vieja amiga de la infancia.-explicó Diego-Me dijo que vendría de visita, y yo le ofrecí lugar en mi departamento.
-¿En serio? ¡Genial! Así vos e Irene pueden pasar tiempo para conversar, y tal vez tomarse unas copas de vino...-insinuó Violetta.
Diego entendió a lo que Violetta se refería. Insinuaba que entre Irene y él pasaba algo.
-Violetta, no tienes nada por lo que estar celosa. Irene y yo sólo somos amigos.-dijo Diego.
-No, Diego, ¿sabés que es lo que más me molesta? Que yo venía aquí a decirte lo que sentía, y que había abandonado la mentira de León. Y vos salís con tu "amiguita".-dijo Violetta molesta.
Irene se acercó a Violetta y Diego.
-Diego, ya llamé un taxi. ¿Vamos ya a tu departamento?-dijo Irene muy sonriente.
Violetta la miró de reojo con amargura.
-No me hagas caso.-dijo Violetta-Que la pases bien con tu amiga...
Violetta se fue. Diego intentó detenerla, pero no pudo. Irene observó la situación.
-¿Vamos ya?-preguntó Irene.
Diego sólo pudo asentir y dejar que Violetta se fuera. Él se sentía muy mal, pues Violetta no le dio tiempo de explicarle cualquier cosa.
Violetta corría por el aeropuerto, queriendo escapar de lo que había pasado. Notó que unas cuantas lágrimas brotaban de sus ojos. Ella no lo podía creer. ¿En realidad estaba llorando por alguien que la hizo sufrir, y que la traicionó? Imposible.
"Sos increíble, Violetta." pensó Violetta diciéndose a ella misma.
Violetta salió del aeropuerto, aún llorando. Quiso llamar a Francesca para pedirle que la recogiera, pero creyó que no debía molestarla después de todo lo que hizo por ella. Así que llamó un taxi.
Mientras iba camino a casa, Violetta pensó en lo feliz que fue antes con Diego, pero también pensó en todo lo malo que había pasado con él. Y decidió, que aunque le haya causado muchas sonrisas, también le causó muchas lágrimas.
"Como pude equivocarme con un chico así..." pensó Violetta.
