C. 13: Una fiesta con sorpresa
Había pasado una semana desde el accidente de auto de Violetta, y su recuperación ya concluía ese mismo día.
Mientras tanto, Francesca planeaba una fiesta de recuperación a Violetta, además de un plan con Diego para que ella ya no sufriera de amores.
En el hospital, todo era muy callado y aburrido. Ver una pared blanca todos los días por una semana a Violetta le costaban muchos días de inspiración para completar la canción, que al parecer sería su nuevo single.
Francesca a fue a visitar a su amiga al hospital, para anunciarle de la fiesta.
-Hola, ¿cómo te sentís?-preguntó Francesca, con una cesta en la mano-Te he traído chocolates, son tus favoritos.
-Gracias, sos la mejor.-respondió Violetta tomando los chocolates.
-Imagino que debes estar contenta, hoy es tu último día aquí.-le dijo Francesca.
-En absoluto. Ya no soporto despertar aquí todos los días y dormir aquí todas las noches. Además voy muy retrasada en la canción. Ya no se que hacer.-replicó Violetta.
-No te preocupes, estoy segura de que podrás escribir algo a tiempo.-la apoyó Francesca-Pero no pienses en eso ahora, pensá en que cuando regreses a casa te encontrarás con una fiesta de recuperación.
-¿Me estás haciendo una fiesta?-preguntó Violetta contenta-¡En serio que sos la mejor!
-No es nada, sos mi mejor amiga. Eso es lo que hacen las mejores amigas.-dijo Francesca abrazando a Violetta.
-Sí, pero tampoco es para que abandones tu trabajo, tomar un avión a Buenos Aires, y cuidarme. Por eso sos la mejor.
Violetta y Francesca se sonrieron. A Francesca le alegraba ver por fin a su amiga feliz.
Pasaron las horas, y ya era hora de la fiesta de recuperación que Francesca había planeado para Violetta. Todo estaba listo; la comida estaba servida en una mesa, había globos de colores alrededor, música que sonaba por unos altavoces, y muchas personas divirtiéndose.
Cuando Violetta vio todo eso, se sintió viva de nuevo. Como si fuera capaz de hacer cualquier cosa.
-¡Francesca!-exclamó Violetta-Es una gran fiesta, te luciste amiga.
-Gracias, y era obvio que me iba a lucir, ¡es tu fiesta!-se rió Francesca-Divertíte, y recordá, esta fiesta sólo es para celebrar que vos estás mejor.
Violetta sonrió y se fue. Y Francesca aprovechó para poner su plan en marcha.
-Diego, psst, Diego-susurró Francesca dirigiéndose a Diego-¿Ya sabés que hacer no?
-Si, pero Francesca,-replicó Diego-no se sí esté de acuerdo con la idea de que yo esté aquí.
-Oh, vamos, si actuás cariñoso con ella, no le va a importar que estés aquí, ahora andá con ella y lucíte.
Diego se fue a buscar a Violetta. El teléfono de Francesca sonó.
-¿Hola?-dijo Francesca.
-Francesca, soy yo, Marco.-dijeron del otro lado de la línea-Sabes que no podemos dejar esto así. Necesito hablar contigo, ¿cuándo regresas?
-Marco, ahora estoy ocupada. Recién salió Violetta de...-dijo Francesca, pero se interrumpió a ella misma-¿Sabés que? No tengo ninguna explicación que darte a vos, Marco.
-Pero necesito saber que es lo que significa para nosotros esto.-dijo Marco por el teléfono-Al fin te encuentro por 5 largos años, y al día siguiente estabas subiéndote en un avión a Argentina.
-Era urgente Marco, y te voy a pedir que no me llames. Nuestra relación sólo es de empleada a empleado, yo soy maestra en una escuela, vos inspeccionás esa escuela para ver el método de enseñanza. Sólo hablamos cuando necesitás revisar mi clase, eso es todo. Así que dejá el teatrito de que aún hay algo entre nosotros.-dijo Francesca, y colgó.
Cuando Diego al fin encontró a Violetta, por la mesa de comida, se quedó muy nervioso. No sabía que hacer o decir. Todo lo que Francesca le había enseñado, de repente se olvidó de todo eso. El simplemente mirar la sonrisa de Violetta, le hacía olvidar cualquier cosa.
-Violetta...-dijo Diego.
Violetta volteó. Y se sorprendió al ver a Diego ahí.
-D-D-Diego, ¿qué hacés acá?-preguntó Violetta.
-Ehh, pues yo sólo...-Diego no sabía que decir.
-Bueno, yo sólo quería decirte que, gracias por estar en el hospital cuando pasó lo del accidente. Significó mucho para mi...
-Por nada. Y ya que mencionas eso, yo...-Violetta se acercó a él y Diego se sonrojó-yo nunca te abandonaré, Violetta...yo siempre estaré ahí para ti...
-¿En serio?-preguntó ella.
Ahora Diego y Violetta estaban muy cerca.
-Si porque yo, te a...-Diego iba a confesar sus sentimientos, hasta que alguien los interrumpió.
-¡¿Violetta?! ¿Eres tu?-preguntó una voz de un hombre desconocido. Pero por alguna razón, Violetta y Diego la reconocieron.
Violetta volteó a ver al hombre desconocido, y se sorprendió cuando supo quien era...
-¿León?...-dijo Violetta.
