C. 45: Te amo
Violetta abrazó a Diego, mientras lloraba desconsoladamente en sus brazos. Sorprendentemente, la hizo sentir mucho mejor.
Y ahí estaban, bajo la lluvia, abrazados. Por más que Diego le dijera que no intentaría nada más, Violetta sabía que ese abrazó significaba más que un consuelo. Había amor, cariño, no sólo ánimo.
-Diego,-dijo Violetta separándose de él-necesito que sepas que esto no significa nada. No quiero que te confundas...
Diego sonrió.
-Ya lo sé, y lo respeto.-respondió Diego-Pero no soportaba el hecho de que estuvieras deprimida.
Violetta se sonrojó.
-Por cierto...¿cómo sabías que estaba aquí?-interrogó Violetta.
-Eso no importa...-dijo Diego-Lo importante es que estoy aquí, y jamás te abandonaré ¿recuerdas?
Violetta y Diego estaban muy cerca de besarse. Estaban completamente empapados, y con mucho frío, pero para ellos no importaba lo demás, tan sólo importaban ellos dos.
Violetta se apartó.
-¿Qué pasa?-preguntó Diego.
-No quiero hacer nada de lo que me arrepienta, Diego...
Diego esbozó una leve sonrisa.
-Está bien, yo sólo estoy aquí para cuidarte...-mencionó Diego.
Violetta se alejó caminando, y dando un gesto con las manos, como diciendo: "Adiós."
Al llegar a su departamento, Violetta se metió en su cama y cerró los ojos. Quería olvidarse de todas las emociones que sintió ese día: tristeza, dolor, amor...
"¿Amor?" pensó Violetta "Eso no es amor... Sólo estaba deprimida, y me dejé llevar, eso es todo..."
Cuando estaba conciliando el sueño, Violetta abrió los ojos por un segundo, y se dio cuenta de que se encontraba en un parque. En el mismo parque donde se había reencontrado con Diego.
"¿Pero qué rayos..." pensó.
Violetta estaba desconcertada, pues estaba durmiendo en una banca del parque.
"Esto es un sueño..." se repetía Violetta una y otra vez.
De repente, un rayo de luz cayó, iluminando a una persona.
-¿Diego? ¿En serio sos vos?-cuestionó Violetta entrecerrando los ojos para ver mejor a la silueta.
-Hola, mi amor.-dijo Diego con una enorme sonrisa.
-¿M-mi amor?-dijo Violetta-¡Creí haberte dicho que no tendríamos más nada que ver...
-Eso no importa.-interrumpió Diego, aún sonriendo-Sigues siendo a la persona a quien más amo. Y sé que te sientes igual...
-¿Y-yo? ¿Amarte? ¡Estás loco!-dijo Violetta irónicamente-¡Vos no sos mi amor! ¡Yo te odio...! ¡Además estabas con Irene!
-¿En serio te atreves a mentirte a ti misma al decir que no sientes cosas por mí?-continuó Diego.
-¡Yo no me miento! ¡SABÉS QUE NO TE AMO!-exclamó Violetta impotentemente por la actitud retadora de Diego.
-¿Ah no?-dijo Diego-¿Entonces por qué me sueñas todo el tiempo? ¿Por qué cada vez que estoy cerca de ti, tu respiración es muy agitada y tu corazón se acelera? ¿Por qué cada vez que me miras, quieres besarme y permanecer en mis brazos todo el tiempo?
-¡No quiero hablar de eso!-dijo Violetta.
-Yo creo que sí...-mencionó Diego-Porque después de todo, soy producto de tu subconsciente...
Violetta reflexionó mientras asimilaba todo lo que le decía Diego.
¿En realidad lo amaba? ¿Lo que sentía era amor, pero lo había ocultado todo este tiempo?
-Es verdad...-murmuró Violetta aún pensando-Te amo...
Diego se acercó a ella, le dio un tierno beso en la nariz y dijo:
-Ahora sólo falta, que me lo digas en la vida real...
En ese momento, Violetta se despertó de su sueño. Recordándolo, sonrió y dijo a sus adentros:
-Te amo...