C. 16: Tu eres mi sueño
-¿Qué estás tratando de decir, Violetta?
-Que tal vez tenga sentimientos mucho más fuertes por Diego de lo que creía...
-¿Tenés...-dijo Francesca confundida-sentimientos más fuertes de lo que creías por...Diego?
-Si, ya lo se, es una locura. Pero...-trató de explicar Violetta-así es como me siento...
-¿Vos te das cuenta de que hablás del mismo Diego que te mintió, que te traicionó, que te rompió el corazón, hace 5 años?-cuestionó Francesca.
-¡Si, ya lo se! Eso es lo único que me ha detenido de hacer cualquier cosa con él...-admitió Violetta-¡Ya no se en quien confiar, ya no se quien es sincero conmigo! ¡Estoy muy confundida!
Francesca pudo notar la tristeza y ansiedad de su amiga, no podía permitir que saliera así en frente de los empresarios musicales, haría el ridículo de su vida. Así que no tuvo otra opción que decir...
-Suspendamos la fiesta.-dijo Francesca.
-¿Qué? ¿Suspender la fiesta?-preguntó Violetta.
-Si, vos no estás bien, estás muy lastimada. Y no sólo por las lesiones, sino que también por todo lo que te está pasando con Diego.-dijo Francesca.
-Pero Fran...-replicó Violetta-Vos te esforzaste mucho en esta fiesta, además...los empresarios musicales. Tardaste mucho para que acepten a venir...
-Sí, pero es más importante tu salud. Les diré que necesitás reposar, así que andá a la cama, descansá, dormí y tranquilizáte. Mañana estarás mejor...-aconsejó Francesca.
-Esta bien...-respondió Violetta.
Francesca llevó a Violetta a su habitación. La recostó en la cama y la ayudó para que sus lesiones no le dolieran.
-Muy bien, se supone que tu tobillo debe estar levantado.-leyó Francesca en la receta médica-¿Está lo suficientemente levantado?
-Sí, Fran.-río Violetta-Me lo has preguntado como 6 veces.
-Lo siento, es sólo que, no quiero que pases mala noche.-dijo Francesca.
-Estaré bien.-dijo Violetta.
Después de que Francesca se fuera, Violetta aún no pudo dormir. Pasaron las horas y horas, pero no conciliaba el sueño. Tenía asuntos pendientes con Diego. Pensó en él todo el tiempo, así que alrededor de las 3 A.M. Violetta decidió escaparse.
Ella sabía que Francesca se había quedado en el cuarto de visitas, así que decidió salirse por las escaleras de incendio. Extrañamente, lo hizo con éxito. Y cuando estaba afuera, fue al hotel de Diego, estaba segura de que estaba en el 'Bisonte Libertad', un hotel de 4 estrellas en Buenos Aires. Así que fue ahí.
Cuando llegó, preguntó por la habitación de Diego Hernández. Sorpresivamente, le dijeron sin problemas, que era la habitación número 129. Todo iba bien. Pero el problema apareció cuando se paró enfrente de la puerta. ¿Qué le diría? ¿Qué haría? ¿Había cometido un error al ir ahí?
"¿Qué haré?" pensó Violetta.
Iba a retirarse, y admitir que todo fue un error, pero su inconsciente le hizo una mal broma, porque tocó la puerta.
Efectivamente, Diego abrió.
-¿Violetta?-preguntó él.
-Eh, Diego...-Violetta no tenía manera de explicar el porque ella estaba ahí en la madrugada.
-¿Qué haces aquí?-preguntó Diego confundido.
-Yo, sólo...-dijo Violetta-Quería saber porque te fuiste de la fiesta.
-Bueno, eso no es tu incumbencia...-dijo Diego, y estaba a punto de cerrar, hasta que Violetta dijo algo que cambió todo.
-Creí que nunca me abandonarías...-replicó Violetta, y se acercó de nuevo a Diego-Creí que estarías siempre para mi...
Diego estaba muy confundido por el comportamiento de Violetta.
-¿Qué haces, Violetta?-preguntó él.
-Te necesito, Diego. Nos necesitamos, y no podemos evitarlo.-respondió ella.
Diego sonrió.
-Tienes razón. Te he extrañado mucho, Violetta.-y susurrándole al oído le dijo-Desde que te vi, quise hacer esto...
Y la besó.
Fue un dulce beso. Uno muy delicado y suave beso. Que duró por una eternidad. Pero Violetta no quería que se terminara. Quería estar así por siempre.
-Violetta, te amo...
-Yo también, Diego...
Pero de repente, Violetta despertó. Todo había sido un sueño.