Avanzar

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28 de Marzo 2016

- ¿Este libro esta ocupado?

- Sólo una vez me has visto sentada sobre un libro, ¿cómo porqué parece ser esa la forma en la que me recuerdas?- me hice a un lado dejándolo sentarse a mi lado.

- Créeme definitivamente así no es cómo te recuerdo- en cuánto aquella sonrisa coqueta desapareció y se convirtió en una reconfortante supe lo que se avecinaba- ¿Estás bien?

- ¿Tu qué crees?- desde que me dieron la noticia de Lucas y Sera siendo adoptados había recibido muchos abrazos. Aún así, en cuanto sentí los brazos de Diego rodeándome mi corazón se estrujo e inmediatamente mordí mi labio interno pensando que consigo retendría las lágrimas y el nudo en la garganta que se estaba formando.

- Layla no esta prohibido llorar, es necesario que te desahogues para que con el tiempo no termines sintiéndote terrible.

- Esta prohibido cuando no lo haces por la causa correcta.

- ¿A qué te refieres?- tener su mirada desconcertada sobre la mía sólo me hacía sentir peor.

- ¡Soy una egoísta y doble cara! Siempre prediqué que quería lo mejor para ellos, y ahora que parecen haberlo conseguido desearía que no lo hubieran hecho. Me encantaba tenerlos a mi alrededor pero nunca fui capaz de hablar con mis padres sobre la opción de adoptarlos. Soy una basura de persona, quería que fuesen parte de mi vida, pero no la responsabilidad que aquello conlleva.

- Amor eso no es ser egoísta, ellos ya eran parte de tu familia y el hecho de que un papel no lo dictaminara no es tu culpa. Sí hubieses tenido los recursos y tal vez otra edad estoy seguro de que esos niños serían tu familia legalmente, pero eso no tiene porque pesarte, te puedo asegurar que un futuro los vas a volver a encontrar.

No sé sí aquello era lo que esperaba escuchar, pero el que no desviara su atención de mí me hizo creerle y de cierta forma sentirme reconfortada. Además estaba el que me llamara amor, extrañaba oírlo decir aquello, lo extrañaba, y estaba segura de no querer dejarlo ir de nuevo.

- Gracias Diego, por todo.- besé su mejilla dejando que el silencio nos rodeara mientras me hundía un poco más en sus brazos.

Agradecí el que mi madre me hubiese convertido en una maníatica por la puntualidad, porque el hecho de llegar antes a la universidad me ayudo a pasar tiempo con Diego sin ser impuntual en mi primera clase del día.


No recordaba que alguna vez me hubiesen encargado tanta tarea como hoy pero después de haber estado tras las rejas, creo que ya hasta amo poder hacer mi tarea, de cierta manera me hace sentir un tipo de libertad y oportunidad que antes no apreciaba del todo. 

A pesar de todo lo que había pasado con Sera y Lucas, sabía que tenía que seguir adelante y alegrarme por la oportunidad que se les había presentado. Estaba más que segura sobre el hecho de algún día volver a verlos, pues aunque no estuviese permitido los buscaría y me acercaría a ellos aunque no tan cerca como me gustaría.

- ¿Cómo te fue en la escuela cariño?- desde que había regresado a la escuela mi madre me recibía diario con aquella frase, era su manera de demostrarme que estaba conmigo y que sólo era cuestión de que me abriera más con ella.

- Bien, aún tengo que reponer las tareas que me no tuve oportunidad de entregar- omití el decir que había hablado con Diego porque a pesar de haberse convertido en una parte importante de mi vida, no le había contado a nadie lo cercanos que nos fuímos, si acaso Liza y Lara eran las únicas que a grandes rasgos sabían que pasaba mucho tiempo con él.

- ¿Eso es todo?¿ Emocionalmente no hubo nada que te afectara de manera positiva o negativa?

-  ¡Todo esta bien mamá! ¡Estoy bien! El mundo sigue avanzando, y yo con él. No me siento feliz al cien por ciento, pero sí me siguen agoviando con los constantes cuestionares de sí estoy o no bien, nunca podre serlo.- no sé porque exploté gritándole de esa manera, pero apenas noté que la estaba afectando quisé retractarme- Mamá entiendo que quieran apoyarme y protegerme tanto como puedan, pero deben dejarme avanzar sola, siento que estan haciendo de esto algo más grande de lo que en verdad es, sólo dejenme avanzar porfavor.

- Cariño sólo queremos que sepas que aquí estáremos para lo que necesites. Te conocemos, desde el principio supimos que avanzarías sola, es solo que no queremos que te guardes todo lo que sientes como siempre.- a pesar de tener mis manos entrelazadas con las suyas en señal de apoyo, no lloré y supe que estaba avanzando, ultimamente no eran las palabras de apoyo lo que me hacían llorar, sino las demostraciones de apoyo físico lo que me hacían desmoronarme.

- ¡Te quiero mamá!- la abracé para después despedirla con un beso en la frente y dirigirme a mi habitación.

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¡He vuelto! Bueno algo así, sé que este capítulo es algo más corto que los demás, pero ya tenía rato escrito y sólo me faltaba concluirlo, así que aquí lo tienen. Quiero agradecerles infinitamente por seguir apoyándome a pesar de no estar actualizando como me gustaría, por favor sigan no se abstengan de votar ni de dejar sus comentarios, porque eso es lo que me motiva a seguir escribiendo. 

Por cierto lamento informarles que ya se acerca el final de esta historia, creo que sólo queda el capítulo final y el epílogo.

Serás míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora