Pequeña Blunt

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04 de Agosto 2015

Creí que por el hecho de tener una madre abogada, las clases de la facultad se me facilitarían más que a mis compañeros, pero en cuanto comenzó Teoría del Derecho todos mis ideales se vinieron abajo, al parecer era la materia más complicada que tendría este semestre y aunque mi madre se ofrecía a ayudarme en lo que necesitará, definitivamente esa no era una opción.

Gracias al cielo por fin era viernes y no volvería a ver esa materia hasta dentro de dos días, por si fuera poco, mañana celebraríamos el cumpleaños de mi padre, porque aunque cumplía hasta el domingo a la mayoría de nuestros familiares se les facilitaba más ir el sábado que un domingo.

En cuanto estacioné mi auto en la acera noté que mi madre ya estaba en casa, algo extraño tomando en cuenta que siempre llegaba después de mi. Ignorando ese hecho decidí hacer lo que normalmente hacía y dejé mis cosas en mi habitación, la cual era la única en la primera planta y coincidentemente al lado de la puerta.

- ¡Mamá ¿Porqué mi cuarto esta lleno de sus cosas?- sin saber donde se encontraba grité a la nada, ósea se la vivía quejándose del desorden de mi habitación y aún así va y deja más mugrero en él.

- ¡Es que tenemos visita!- eso sólo significaba que los invitados tomarían el cuarto de mis padres, mis padres el mío y yo me iría a dormir en un colchón inflable al cuarto de mi hermana.

- ¿Y a quién debemos el honor?- al no verla en la primera planta comencé a buscarla arriba.

- ¡A María y su familia!- soltó emocionada en cuanto la encontré junto a María y al dueño de mi primer beso, inconscientemente sentí mis mejillas arder y me llevé una mano a ellas. - Cariño no seas mal educada y saluda- me empujó hacía nuestros invitados.

Traté de poner mi sonrisa menos nerviosa y saludé con un efusivo abrazo a María y con un rápido beso en la mejilla a Nicholás, lo malo de eso es que si de por si no soy la mejor saludando de beso ahí quedé en evidencia pues en lugar de ser el típco beso-saludo terminó siendo un beso-golpe, al parecer me fui con todo el vuelo y le terminé pegando con mi cabeza.

- Bueno... como le comentaba a María ellos tendrán nuestro cuarto y el de Liza disponibles y nosotros nos acomodáremos abajo.- mi madre me sacó de ese incomodo momento en el que mis mejillas se sonrojaron mucho más de lo que creía posible y Nick se sobaba disimuladamente su mejilla; por otra parte sus palabras solo  me decían que ahora ni en colchón inflable iba a poder dormir.

- Es un placer volver a verlos, pero si me disculpan tengo, tengo, tengo que ir a  recoger Liza de la escuela.- inventé lo primero que se me ocurrió y mi madre sólo me miró con una sonrisa burlona en su rostro. Liza siempre se veía en transporte de la secundaria y mi madre bien sabía que eso de ir a hacer fila para recogerla no era lo mío.

Aún así me subí al auto y lo encendí lo más pronto posible, pero antes de siquiera poder arrancar salió María de la casa y me hizo señales de bajar la ventana, algo que por más que quise ignorar no pude.

- Layla, cariño espera.

- ¿Todo bien?- no podía ser posible, entre más trataba de escapar, más obstáculos veía en mi camino.

- Si es sólo que quería pedirte un favor- mientras me pida que le traiga algo de la tienda, no hay inconveniente.

- ¿En qué la puedo ayudar?- puse mi mejor sonrisa.

- Verás Nick consiguió una beca en la UANL en la Facultad de Ciencias Agropecuarias y aunque ya tiene donde quedarse aún no conoce muy bien la ciudad, ¿podrías llevarlo contigo para que se valla familiarizando con la ciudad?- según yo la Facultad de Ciencias Agropecuarias ni siquiera quedaba en la ciudad quedaba a las orillas dependiendo de la carrera que eligieras, pero se veía tan emocionada que por más que mi mente me gritaba no, su sonrisa me incitaba a decirle que si.

- Si claro no hay problema- y en menos de lo que imaginé, María había arrastrado y metido a Nick en el asiento del copiloto.

- Que se diviertan- nos despidió agitando su mano de un lado a otro.

Los primeros veinte minutos fueron eternos y los más eternos que había pasado en toda mi vida, él tenía su vista posada en la ventana y yo no era fan de iniciar conversaciones como para saber que decir, además en la radio sonaba mi canción favorita y no podía cantarla a mis anchas por la incomodidad del momento.

- Así que... ¿ciencias agropecuarias?- sin duda alguna fue lo mejor que pude formular para iniciar una conversación.

- Si... aplique el día que ustedes regresaron por eso no me pude despedir- ¿y los días anteriores qué, tampoco tuvo oportunidad de visitarme?

Como por arte de magia la incomodidad nos volvió a embragar y solo se aminoró cuando por fin llegué a la secundaria de Liza y efusivamente saludó a Nick, casi creo que se pasaba al asiento del copiloto de tan efusivo abrazo que le soltó. Llevaba cerca de diez minutos hablando sobre todo lo que había pasado en los meses que teníamos sin verlo, de como le iba en su último año y como, según ella, era ignorada por el niño que le gusta, yo por mi parte iba pensando a que lugar ir a comer, mi madre me envió un mensaje diciendo que María y ella salieron de compras y que no había nada de comer así que si quería alimentarnos tendríamos que ir a comer.

- ¡Quiero pizza Layla!- Liza iba aumentando el volumen de su voz conforme me negaba a su petición.

- Comiste pizza hace poco- le recordé ante su chiflazon.

- Eso fue hace mucho Layla, andále, Nick también quiere pizza y es nuestro invitado- seguía rogando.

- No enredes a la gente en tus chiflazones.

- No la enredo, ¿Nick verdad que tu también quieres pizza?- se asomó entre los asientos para quedar frente a frente con él.

- Ya oíste pequeña Blunt, yo también quiero pizza- mi hermana soltó un grito de alegría al sentirse apoyada y yo, al escuchar ese apodo que tanto tenía sin oír, sólo sentía mi mejillas arder como cada que estaba cerca de él.

- ¡Da la vuelta Layla!- me ordenó la muy chiflada.

- Amárrate primero niña- la regañé, si que se ponía en un plan cuando quería.

De camino a la pizzería sólo podía pensar en una cosa, y era que Nick estudiaría en la UANL lo cual sólo significaba que viviría aquí y que lo vería más seguido, también que ya no sería mi secreto, porque quisiera o no me lo iba a encontrar aunque sea una vez en el campus principal y presentaría a mis amigas, y digamos que si de por si, sabía que nunca me haría caso, ahora viendo que todas mis amigas eran más bonitas que yo, con mayor facilidad me dejaría de lado.

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Primero que nada, muchas gracias por seguirme leyendo y perdón por la tardanza, pero ya estoy en último semestre de preparatoria y acabo de presentar los primeros examénes y en menos de una semana comenzarán los siguientes, por si fuera poco también comenzaré las asesorías para el examen de ingreso, además mi mamá quiere que me siga aplicando en la escuela y que no me distraiga, así que prácticamente me prohíbio dejar de escribir pero trataré de hacerlo a escondidas cada que pueda y no dejar pasar tanto tiempo otra vez.

Gracias por su apoyo... xoxo Caro :*

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