Palabras huecas

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19 de Agosto 2015

- Esperaba que no te arrepintieras.- aquel fue el gran saludo que Nicholás me dio.

- ¿Aún puedo?- le sonreí tratando de aligerar el ambiente.

-    Ya te extrañaba- y así sin más, me abrazó. Aún no salíamos del porche y ya tenía muchos pensamientos chocando en mi mente y más de un sentimiento tratando de predominar en mi corazón.

No sabía a donde nos dirigíamos, pero el camino si que estaba siendo largo. El trayecto sin duda estaba siendo de lo más incómodo así que en cuanto encendí la radio no escuché queja alguna.

Sabía que tanto él como yo nos sentíamos como si lo mucho que habíamos recorrido en años para acercarnos, en un abrir y cerrar hubiéramos vuelto al punto de partida o tal vez más lejos.

Dicen que la confianza se pierde en litros y se gana a mililitros, y sé que él no había defraudado mi confianza respecto a algún secreto o algo así porque no era mi confidente, pero la manera en como lo veía había cambiado, la confianza que le tenía como ser humano se había perdido y si queríamos volver a donde estábamos, una simple excusa no le ayudaría de mucho.

-    Sé que tal vez ya estas cansada de oírme, pero quiero que comprendas que de verdad lo siento.- fue su manera de comenzar la conversación en cuanto el mesero se había retirado para ordenar nuestros pedidos.

De verdad lo comprendía pero de alguna manera eso no me bastaba para sentir que merecía mi perdón verdadero. Por más que quería y sabía que debía avanzar aún tenía la espinita clavada y sólo Dios sabe que era lo que necesitaba para no estancarme y dejar de ver a Nick como lo llevaba haciendo desde aquel día.

-    Ni si quiera sé cómo empezar- soltó un ligero suspiro y simultáneamente sus mejillas tomaron un ligero rubor, y aún con ello nada logró removerse dentro de mi.- Verás, antes de conocerte ni siquiera sabía que hacer con mi vida. Mis aspiraciones laborales no llegaban más lejos de pensar en ser un buen técnico en cualquiera de las carreras que dieran en el Tecnológico de Matehuala, es más ni siquiera me importaba saber que estudiar, porque sabía que al final no importaría.

<<Cómo el menor de mi familia sabía que mi destino iba a ser encargarme del rancho familiar a como diera lugar y no tenía ningún problema con ello.>>

No sabía a qué venía todo esto pero debía admitirlo, si que me tenía interesada en saber en qué concluiría toda su historia, y que tenía que ver esa noche y yo relacionado con está declaración.

-    Luego te conocí y a pesar de que al principio no interactúabamos mucho, con el tiempo te vi como una amiga y hasta como una hermana menor. Pero la última temporada que pasaste en el pueblo comprendí que muchos de los sentimientos que siento por ti no eran dignos de una amiga o una hermana.

<<Las ganas de pasar el tiempo contigo, hacerte reír y decirte lo loco que me tenías iban en aumento. Por lo que había oído hablar entre nuestras madres tu querías seguir estudiando y tener una licenciatura, y según lo que había escuchado, tu padre había conseguido un empleo en la ciudad y pronto volverían.>>

<< En cuanto supe aquello moví cielo, mar y tierra para presentar en la universidad a la que tú querías entrar y así, ahora con posible título universitario estaría más cerca de ser el hombre que mereces. Después te lesionaste y ahora si terminaste en el hospital y como ahora no sabía por cuanto tiempo me privaría del placer de verte, sucumbí ante los deseos que tanto me gritaban y te besé.

La simple mención del día en que recibí mi primer beso hizo que mis mejillas se sintieran calientes y aquellas palabras donde declaraba que no sólo en el pasado sino también en el presente sentía algo por mí hizo que uno que otro sentimiento que estaba escondido y congelado dentro de mí corazón comenzará a hacer su luchita para sobresalir.

Serás míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora