Tragos amargos

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31 de Diciembre 2015

- ¡Luces hermosa!

- Y tu muy guapo- aseguré mientras le daba otra mirada de pies a cabeza. Puede que no fuése muy sútil mi mirada, pero no podía pasar por alto la manera en la que se veía esta noche. Si de por sí, a mi parecer, cualquier hombre luce muy atractivo en traje; teniendo frente al hombre que hace un par de años vestía casi igual, pero totalmente diferente. 

A lo largo de los años he ido cambiando mi opinión sobre él, al principio lo veía como a alguien totalmente inalcanzable, conforme iba pasando más tiempo con él, creí estar enamorada, todo lo que podía pensar era en él, después descubrí que la idea que tenía respecto a él, era sólo eso una idea, prácticamente no lo conocía, convivíamos muy poco para presumir que lo conocía bien, y ahora después de la partida de Diego se había convertido en alguien muy cercano para mí.

En estos meses con Diego fuera del país, había pasado de tener sólo conocidos en la facultad a tener verdaderos amigos, Lara seguía siendo mi mejor amiga pero cada vez la veía con menos frecuencia, descubrí que las personas a las que creía nunca me iba a acercar terminaron convirtiéndose en parte importante de mi día a día. 

No era como que le echara la culpa a Diego de mi falta de amistades, pero creo que yo misma me había amarrado de manera inconsciente a él, desde que lo conocí y nos hicimos amigos la verdad era que no me daba tiempo más que para él, la casa hogar y mis tareas habituales, y ahora prácticamente estaba conociendo una faceta que ni yo misma me conocía.

- ¡No puedo creer que este apunto de hacer esto!

- Te recuerdo que nadie te obligo, de hecho, ahora que lo recuerdo tu fuiste la que me invitó, pequeña corrompedora.- en cuanto dijo aquello no pude evitar soltar una carcajada. 

Definitivamente no estábamos haciendo nada malo, ibámos a ir a un antro como cualquier adolescente de mi edad y adulto joven de la suya, aún así me ponía muy nerviosa el hecho de que los amigos que tenía definitivamente no eran unos santos, digo no era por presumir pero yo era la niña buena de mi grupito. 

Tenía días de haber cumplido dieciocho y hoy era la primera vez que salía a un antro, a pesar de que me llamara mucho la atención el alcohol nunca lo había probado, y por su parte el tabaco no estaba en mi lista de deseos tomando en cuenta que mi papá tiene una adicción a ello. Así que el estar a punto de entrar al antro, era como estar a punto de entrar a lo desconocido. De cajón sabía que no iba a salir sobría del lugar, y de hecho esperaba que ese sólo fuera el mayor de mis problemas esta noche.

- ¡Layla, si viniste! Por un momento creímos que te ibas a arrepentir.- aparentemente si había llegado algo tarde, pues apenas eran las nueve y media y Laura ya poseía un muy fuerte olor a alcohol.

- ¿Cómo porqué me arrepentiría? Les prometí que aquí iba a estar y aquí estoy.

- Pues con eso de que siempre dices que vas a venir y nunca vienes...

- El punto es que vino Miguel, así que sí evitamos comentarios como ese, créeme todos nos la vamos a poder pasar mejor.- lo regaño Juan. A pesar de tener poco menos de seis meses de convivir con ellos, si que había logrado crear vínculos con la mayoría, de hecho Juan y Laura se habían convertido en los más cercanos. Más sin embargo con Miguel era una historia muy diferente, cuando estabámos todos juntos la conversación fluía de manera moderada, pero cuando estabámos sólos los momentos incomodos si que abundaban.

- ¿Y se puede saber quién es tu acompañante amiga?

- Si claro, él es mi amigo Nick, Nick ello son Laura, Miguel, Juan, Eric, Luz, Mariana, Estefan, Viviana y Felipe.

Serás míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora