Denis 16

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Maratón  POR TI LO HARIA 6/7

— ¡Cabrón ya es tarde, despierta!

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— ¡Cabrón ya es tarde, despierta!

La almohada que Kevin me lanza amortigua la orden haciéndome despertar.

— ¿Qué hora es?

—Por ahí de las 5:00 am —me señala el reloj que cuelga en la pared.

— ¡¿Que?! ¿Se te fueron las cabras hombre? Es muy temprano, me faltan al menos dos horas de sueño — reniego colocando mí almohada por encima de mí cabeza, e intento reconciliar el sueño.

—Tenemos que entrenar —demanda pues el tiempo que he pasado aquí lo he dedicado a enseñarle a jugar soccer.

De un tiempo para acá ha dado un cambio radical.

Tampoco es que haya pasado tanto, solo dos meses después la paliza que le di, desde entonces se ha comportado más amable con sus padres. Aunque he de admitir que la rebeldía adolecente se le sube en ocasiones al cerebro.

Pero digamos que es... soportable.

Un día le propuse enseñarle algún deporte que le sirviera para liberar tanta energía contenida, me mando al carajo, más aun ahora se muestra tan contento, y con ganas de hacer algo con su tiempo muerto.

Por lo que me siento satisfecho de haber cumplido con la promesa de ayudarlo.

—Vale, vamos solo porque jamás he roto mí palabra. —le hago saber con tono todavía adormilado.

—Genial, voy por el balón de futbol — me comunica corriendo al pasillo que conecta a su recamara. Hundí la cara en las suaves sabanas de seda resignado de tener que abandonar el delicioso colchón donde dormía.

"Jamás le hagas una promesa a un adolescente, menos si este se levanta primero que un gallo." Me recuerdo mentalmente.

Al bajar encontré a Kevin escribiéndole una nota a la tía Maggie.

—Así a mí madre no le dará un infarto al darse cuenta de que no estamos. —me explica al sentir mi presencia a sus espaldas.

—Bien, vamos. —lo exhorto caminando hacia la puerta principal.

Nos detenemos en un parque no muy lejos de casa, e iniciamos el juego el chico se ha vuelto rápido. Ya no puedo adueñarme de la pelota tan fácil, es él quien ahora me pone a sudar a mí.

Aunque todavía le falta mucho para superarme.

Consigo quitarle el balón llevándolo a su destino, Kevin se me planta como un bloqueo para impedir mí victoria, aun así salgo de su trampa esquivándolo con éxito y anotó desde una lejanía considerable lo que mi primo llamo: el mejor gol de la historia.

Cara estaría mofándose y alegando que eso no ha sido nada, que ella lo haría mucho mejor.

— Estuve así de derrotarte, pero ¿porque tienes que ser tan malditamente bueno en esto? —se queja con la respiración agitada por el cansancio.

Por Ti Lo  Haría( Disponible en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora