Cara Williams y Denis Preston son mejores amigos desde niños a pesar del ferviente odio que hay entre sus familias. Una amistad indestructible o eso es lo que parece hasta que un terrible secreto que podría dejar una marca imborrable en la vida de a...
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— ¡Contéstame! —Demanda Taylor furioso.
Más que furioso, las palabras no son mis aliadas ahora pues lo que yo estaba a punto de hacer en la cocina todavía no es procesado por mi cabeza. —La razón por la que no quería verte, es obvia ¿no le ves la cara de enferma? —agrega Denis en mi defensa.
Taylor lo mira con recelo.
— ¡Tú cállate! Que no estás en posición de defenderla, quien sabe que es lo que estuviste haciendo con MI NOVIA estando solos —refuta, sus palabras me dejan boquiabierta.
Si, sé lo que yo estuve a nada de hacer pero fue culpa mía.
Yo lo quise...
No logro ni terminar la frase, Denis se lanza dispuesto a golpearlo y Taylor está listo para responder el futuro golpe, sin embargo doy un paso adelante colocándome en medio de ambos.
— ¡Basta! —protesto, mi tono de voz surte el efecto que quería provocarles ya que los dos chicos se silencian y se inmovilizan en donde están—. No estábamos haciendo nada, no dejaría que me hiciera nada. Estoy contigo —le explico a Taylor que sonríe victorioso— Y tú no tienes ningún derecho a decirme quien entra y sale de mi casa, eso lo decido yo y nadie más que yo —le dejo en claro a mi novio y la sonrisa de sentirse superior se vuelve nada— Además, Denis ya se iba —dije sin mirarlo a la cara.
Pero escucho un suspiro decepcionado salir de su boca.
—Discúlpame amor a veces olvido que es como un hermano para ti, pero si quieres puedo cuidar de ti lo que resta del día —se ofrece el muchacho.
Miro a estos chicos que parecen haberse declarado la guerra.
— ¿Qué pasa con ustedes? ¿Dónde está la amistad que tenían? Esto no es una competencia, dejen de tratarse como enemigos asi que es mejor que tú también te vayas Taylor y arréglense ustedes —espeto y los hago salir a los dos de mi casa.
Cuando me encuentro sola en la sala me siento en el sofá más cercano.
¿Porque me tiene que pasar esto a mí?
Primero la propuesta de matrimonio de Taylor que ni me he dado el espacio para meditar. ¿Quién diablos se querría casar a los veinte?
Es como lanzarse a un precipicio aun sabiendo que morirás, amo a Taylor pero no sé si lo amo tanto para ligarme a él por el resto de mi vida. Por otro lado esta, lo que iba a pasar en la cocina.
No, no era yo en ese momento, no se me ocurre una explicación coherente para eso y es... e-es mejor que quede en el pasado, que nadie lo mencione y ya está.
Fin del tema.
Subo a mi cuarto dejándome caer en la cama rendida.
Este día de pintar agradable, fue totalmente desconcertante y agotador, si Adam estuviera aquí me mimaría o me estaría contando una de esas historias que se inventaba cuando el insomnio nos atacaba.
