Cara 5

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—Fue muy emocionante, no me lo esperaba, no me paso por la mente que lo hiciera— Bárbara me contaba sobre la cita sorpresa que Mark le había preparado el día de ayer

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—Fue muy emocionante, no me lo esperaba, no me paso por la mente que lo hiciera— Bárbara me contaba sobre la cita sorpresa que Mark le había preparado el día de ayer.

Como bien lo había prometido, se presentó a mi casa desde temprano, ahora estoy preparando mi especialidad para la merienda que compartiremos; enchiladas suizas. Las llevo a la mesa mientras mi amiga sigue hablando con entusiasmo caminando de un lado a otro.

Me siento mareada de solo verla dando vueltas por el comedor. —Nunca lo había visto tan, tan romántico, dijo que me presentaría a sus padres. —comparte casi aséptica.

—Barb todo eso es genial y hermoso, pero necesito que pares, si sigues así me desmayare. —le anuncio, la rubia obedece deteniendo su andar y se acerca a la mesa sentándose y sirviéndose un poco de comida en su plato.

— ¿Y qué ha pasado con tu chico? —me pregunta antes de engullir su primer bocado, su pregunta me confunde así que respondo con otra pregunta.

— ¿Mí qué? —arrugo el entrecejo.

—Taylor —repone con gesto apacible.

—No es mi chico —le aclaró, la rubia se encoje de hombros.

— ¿No le has confesado tu amor? —indaga devuelta mientras come otro bocado.

Yo niego con la cabeza optando por darle la vuelta a la conversación, pues conozco a mi amiga y se lo insistente que puede llegar a ser si no obtiene la información que desea escuchar.

— Me invito a la fiesta del próximo viernes.

Lo que digo le impresiona tanto que se atraganta con la comida que acababa de ingerir, tose para poder deshacerse de la comida que se le ha atorado en la garganta para luego soltar un grito— ¡Que! —dejó la comida de lado y me arrastro a la sala de estar—Cuéntame todo—me pide más que interesada.

Le cuento como después de ofrecerse a traerme a casa nos la pasamos charlando por horas en el parque que está cerca del vecindario, de cómo estuvo disculpándose por mínimo cincuenta veces cada que podía, de cómo me pidió empezar de cero para ganarse mi amistad y confianza, y por último como fue que convenció a Louis para que le pasara mi número telefónico y hablar como si no lo hubiéramos hecho nunca por la tarde.

De solo recordarlo me hace sentir un poco mal por creer que era ese tipo de chicos que son ideales para romperte el corazón.

— ¿Se quedaron hablando de nuevo por móvil después de que ya lo habían hecho en el parque?

Asentí con ímpetu. —Hasta que el sueño me venció —agregue con más emoción de la que quería mostrar. La inquietud se apodera de su semblante, y por alguna razón desconocida aquello me produjo cierta curiosidad, así que indago casi de inmediato. — ¿Qué pasa? ¿Qué fue lo que dije que te puso tan pensativa de repente? —la cuestiono

Por Ti Lo  Haría( Disponible en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora