Cara 43

4.4K 415 174
                                    


Un dolor me atraviesa el cerebro, es un dolor que no le deseo a ningún humano que habite la tierra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un dolor me atraviesa el cerebro, es un dolor que no le deseo a ningún humano que habite la tierra. Estoy muerta, seguramente porque toda mi visión esta oscura, ya veo esa luz de la que todos hablan... pero luego la luz blanca se vuelve de tonalidad verdosa, paseo la mirada por la recamara que obviamente no es mía.

Quisiera que una pastilla apareciera por arte de magia a mi costado para  que este dolor  que no me permite pensar bien me dejara tranquila, y como si mis deseos fueran órdenes en el tocador de al lado hay un vaso con agua y dos pastillas con una nota pegada en el vaso que decia:

Esto ayudara un poco con la pesada resaca brujita ebria.

Y así es como me doy cuenta de que pase la noche en casa de mi mejor amigo.

¿Qué fue exactamente lo que pasó la noche de ayer? ¿Cómo es que acabe aquí durmiendo en la cama de Denis y con una resaca de los mil demonios? Primero me tomo las pastillas y luego escaneo la habitación en busca de mi amigo, pero no está aquí.

Cuando tengo el pensamiento más claro me obligó a  rescatar mis recuerdos de la noche anterior, pequeños fragmentos recorren mi cabeza como cinta de película.

Joshua invitándome a una fiesta para desenmascarar a su hermano donde me  confesó que fui su juguete toda la relación, y que tuvo que ver con la muerte de Adam. Puedo sentir como el corazón se hace añicos dentro de mí

¿Cómo pude creer en lo que me decía? Pero esta no es culpa ni de él ni de nadie, sólo mía.

Muchos me advirtieron lo que me esperaba con ese chico yo quise tomar el camino que me conducía directo al abismo, y aquí están mis consecuencias, un corazón destrozado que lo ama con cada pedacito.

Despojo esa dolorosa verdad de mi pensamiento para vestirme he irme a casa, voy escaleras abajo y enseguida mi olfato percibe un delicioso olor en la  cocina que hace rugir a mi estómago abro la puerta de la cocina siguiendo el delicioso aroma.

— ¿Cómo va la resaca moral? —Pregunta Denis mientras sirve café en una taza y luego en otra.

—Ya no lo vuelvo a hacer —reniego arrastrando los pies al comedor donde se hayan unos suculentos huevos estrellados exhortándome a devorarlos.

—Yo creo que si deberías... eres muy divertida cuando estas borracha —arguye  sentándose frente a mí preparado para devorarse  también su desayuno

Pongo los ojos en blanco en respuesta a su burla, metiéndome un bocadillo a la boca.

—  Me pediste que tuviéramos sexo — me informa haciendo que me atragante al oírlo.

— ¿Lo hicimos? —Denis se encoge de hombros.

—Pues... solo te cumplí tu deseo —mi respiración se detiene unos segundos, es entonces cuando Denis se parte de risa— !Es broma! No te toque, pero si estabas muy intensa —le dedico una mirada asesina y se hace el inocente llevándose el tenedor lleno de comida a la boca.

Por Ti Lo  Haría( Disponible en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora