Taylor

5.4K 475 159
                                    


¿Por qué eres tan estúpido Taylor? Me riño la maldita voz en mí cabeza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Por qué eres tan estúpido Taylor? Me riño la maldita voz en mí cabeza.

En lo que caminaba por el pasillo pensando en una manera más factible para que Cara pudiese perdonarme sin tener que decirle en lo que estoy metido, dios esta chica me pone a sudar la gota gorda.

¿Cuándo deje que se me calcara hasta en los huesos con esa inocencia nata? ¿Cuando?

Cuando fuiste lo suficientemente estúpido para  enamorarte. Se entromete de nuevo la vocecilla.

Mi teléfono me saca de ese juicio mental en donde era duramente recriminado.

Conteste al tercer timbre.

— ¿Dónde cojones estas cara de culo? —Dijo la voz de Jack del otro lado.

—Estoy bien gracias por preguntar — le conteste con sarcasmo.

—Hombre, ya sé que estas bien ¿para qué me molesto? Lo importante aquí es, he conseguido la grande, bueno no es más grande que la liga dorada pero si ganas esta son tres mil ochocientos pavos —dijo  más motivado que yo.

—Grandioso —respondí caminando a clase de cálculo.

— ¿Grandioso? ¡Es fabuloso!, te llamo más tarde para ponerte al corriente sobre lo que harás —dicho esto colgó la llamada.

Conocí a Jack gracias a que me descubrió partiéndole la cara a Carter Morrison por coquetearle a mi chica en mis narices, sin que él dejara un solo rasguño en mí cara.

Se levantó en  deshaciéndose en aplausos impresionado y dijo:

—Chico tienes potencial, puedes llegar lejos —

Luego de eso hizo que conociera un mundo con todo lo que pudiese soñar alguna vez: Dinero fácil, adrenalina pura, respeto, admiradores y chicas persiguiéndote.

Eso es lo que te ofrecen las peleas clandestinas si consigues dos cosas:

1) Un buen representante como lo es Jack.

2) Absoluta discreción, y nada de problemas fuera de las peleas.

Todo marchaba perfecto hasta que me metí en  problemas con unos impresionantes ojos del color del caramelo, que parecen no romper un plato y sobre todo por ser una chica  bastante curiosa.

Por no decir entrometida.

Luego de dos horas las clases finalizaron, salí casi corriendo de ahí para ir en busca de mí pequeño y adictivo problema.

Cara.

Tenía que hacer que me perdonará sí o sí a como dé lugar, fui a su encuentro esperanzado de que no se hubiera marchado todavía. En su lugar encontré a Bárbara que hablaba con... Arielle muy entretenida.

Por Ti Lo  Haría( Disponible en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora