Cara Williams y Denis Preston son mejores amigos desde niños a pesar del ferviente odio que hay entre sus familias. Una amistad indestructible o eso es lo que parece hasta que un terrible secreto que podría dejar una marca imborrable en la vida de a...
Nota de la Autora:Domingo 30 de julio GRAN FINAL DE POR TI LO HARÍA¡ ESPÉRALO!
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Cara desvía la mirada a otro lado e inspira hondo.
— ¿Qué pasa? —Pregunto al notar sus facciones descompuestas.
—N-nada, estoy un poco mareada, no me he llevado nada a la boca... eso es todo —me responde con voz temblorosa, le busco el rostro para ver si no está por desmayarse, me preocupa que lo haga no creo encontrar un hospital por aquí.
No tengo idea a donde nos condujo mi urgencia por huir, pero no me deja tener una mejor vista de su semblante.
—Déjame verte la cara —le pido a ella parece no importarle lo que acabo de indicarle, pues sigue prestándole más atención a la nada que a mí.
—Déjame verte la cara te digo —levanto el tono de voz ya exasperado de que evitara mi mirada, encierro su rostro en mis manos obligándola a contemplarme, al hacerlo vislumbro sus ojos con lágrimas corriéndole por las mejillas.
Acto que me descoloca por completo, no puedo evitar pensar que fue por mi culpa.
— ¿Qué tienes? —Inquiero preocupado.
Cara me observa por una milésima de segundo para luego quitar mis manos de su rostro con algo de fuerza.
—Nada —escupe.
—Entonces ¿Porque estas llorando?
—Pues porque tengo hambre —arrugo la frente a su respuesta ilógica.
— ¿Lloras porque tienes hambre?
Afirma que si con un par de movimientos de cabeza sin hablar, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano como una pequeña niña terminando de hacer una rabieta. —Eso es absurdo Cara no me mientas —le exijo con dureza más de la necesaria para ser honesto.
Me llevo una mirada asesina de su parte para que después dijera lo que me hizo explotar contra ella. —No te estoy mintiendo, no he ingerido nada desde que te seguí.
¿Me está culpando?
¿Acaso está diciendo que es mi culpa que llore por tener hambre?
Esto sí que es una mierda.
— ¡YO NO TE PEDI QUE VINIERAS, ES MAS YO NO TE QUERIA CERCA DE MI! —le grito, pero ella no rehúye de mi reclamo, me sigue sosteniendo la mirada.
— ¡ME IMPORTA UNA MIERDA QUÉ NO ME QUIERAS CERCA DENIS, ENTIENDE DE UNA MALDITA VEZ QUÉ NO, NO TE VOY A DEJAR SOLO NUNCA, AUNQUE ME RUEGUES QUE LO HAGA! —su explicación agresiva me golpea duro, no sé exactamente como me siento con eso, así que decido no hacerla hablar más.
