Cara Williams y Denis Preston son mejores amigos desde niños a pesar del ferviente odio que hay entre sus familias. Una amistad indestructible o eso es lo que parece hasta que un terrible secreto que podría dejar una marca imborrable en la vida de a...
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Esto no es un enojó que pueda pasar con cinco minutos de calma, es tanto que estoy caminando a brincos sólo para alcanzar a esa perra y darle su merecido, pasó por los estorbosos estudiantes sin empujarlos, pues con solo verme la cara que tengo en este momento ellos mismos son los que se hacen a un lado para dejarme el camino libre.
Arielle se hallaba de espaldas contándoles a sus amigos la gran hazaña que supuestamente hizo, haciéndoles creer que ella fue quien lo dejo en ridículo primero.
No le doy aviso de mi presencia ella y todos los jóvenes alrededor se percatan de mi cuando la tomó por el cabello y tiro de ella para obligarla a mirarme produciéndole dolor, un trozo de cabellos falsos se vinieron a mis manos gracias a la fuerza que impuse al halar su cabello, ya teniendo toda su atención pde manera obligatoria le doy una bofetada de tal forma que perdió el equilibrio estrellándose en los casilleros.
Gritos de personas perturbadas asaltan el lugar, otras tantas estaban deseosas de ver más acción y de saber el porqué de mi reacción poco usual.
Vladimir e Irlanda no se mueven por el mismo impacto de la situación, honestamente tampoco soy consciente de esto del todo de lo único que soy completamente consciente es de la importancia e indignación que sentí cuando Dénis me miró de ese modo.
Dejándome ver que lo había herido y por dios que no soporto eso.
— ¿Qué te pasa estúpida? —Farfulló Arielle aún en el suelo.
—Dénis no es alguien con quien puedas meterte sin tener consecuencias —le digo en tono firme con ojos puestos en ella.
—Me las vas a pagar —dice con tono amenazador.
Agradéceme porque estarás en la primera plana del periódico escolar teniendo a todos comentando sobre ti ¿no te gustaba ser el centro de atención? —Hago comillas en el aire—Por fin una inocente alumna pone en su lugar a la perra altanera Rixon. En el suelo, suena bien ¿no te parece? Me voy no te daré otro minuto más de mi valioso tiempo, ah y ten creo que esto te pertenece, al fin es igual a ti bonito pero falso y desechable. — arrojo a sus pies los mechones de cabello, me doy la vuelta sobre mis talones acomodo los cabellos que se me han escapado de su lugar, dejando todo el alboroto atrás
Sin más que decir me retiréé de allí sin tomarle el más mínimo interés a los cotilleos que se comenzaban a fomentar por los pasillos.
Las clases terminaron, mi amiga y yo fuimos las primeras en salir de ahí no me decía nada pero aún se veía en estado de shock por la escena que arme allí afuera, sin embargo hizo como que no habia pasado nada porque se dio cuenta de que todavía estaba enfadada.
Ya a punto de irse a casa me analizó el rostro como lo hace mamá cuando quiere indagar sobre un tema delicado.
