Denis 44

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Nota de la Autora: Al leer este capitulo debes hacerlo en compañía de el video e intentar no morir a lo largo del capítulo

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Nota de la Autora: Al leer este capitulo debes hacerlo en compañía de el video e intentar no morir a lo largo del capítulo.

Ha pasado un largo mes desde que di por terminada mi relación con Ginger, ya no podía seguir adelante con todo esto, y es que dentro de mí sabía que lo nuestro ya estaba perdido. No solo por su actitud obsesiva hacia mí, sino porque ya no estaba seguro de amarla como creía hacerlo.

Me gustaría decir que no sé el motivo de mi decisión, pero lo sé y es Cara quien me puso a replantearme lo que realmente sentía con respecto a Ginger, pues ella era la primera persona en aparecer cuando se terminaba una discusión entre mi ex novia y yo, sólo para escuchar lo que yo tenía que decir sin ningún tipo de prejuicio con un consejo o sonrisa tranquilizadora.

Y si eso fuera poco, cuando mi ánimo no mejoraba aun con sus palabras de aliento, estaban esas ocurrentes locuras que solo su loca cabecita sacaba solo para hacerme reír.

Todavía no supero su terrible pero pegajosa composición en el patio trasero de la universidad, o esa vez que fue a la mesa donde me encontraba meditando mí jodida vida sentimental y  se plantó en mi mesa con un ramo de brócoli en las manos. La mire a los ojos esperando una explicación a su obsequio y lo único que me dijo fue:

—A las mujeres siempre que tienen un mal día, siempre nos dicen que cuando una persona que aman les regala una simple rosa nuestro día mejora, yo no podría decir si es verdad porque a mí no me gustan las rosas comunes. Y como tú eres un chico con un mal día y no puedo regalarte rosas porque sería raro, te traje un ramo de brócoli ¿O prefieres las zanahorias? —Así fue como mi malhumorado día término, gracias a esa pequeña brujita ocurrente, me rio por lo alto al recordar eso.

La puerta de mi habitación se abre cortándome las carcajadas que me atacaban.

— ¿Qué carajo te pasa? —Me pregunta Rene dándome una mirada de: "últimamente has estado muy raro y estas preocupando a la familia".

Le devuelvo la mirada aún con la sonrisa pegada en los labios.

—No me pasa nada, solo recordaba algo divertido.

— ¿Relacionado con Cara?

— ¿Desde cuando lees pensamientos?

—No necesito leer pensamientos para adivinar qué se trata de ella, porque ella tiene esa capacidad de ponerte como un reverendo idiota sonriente desde que tengo memoria —muy bien, no tengo una respuesta inteligente para eso.

—Bueno todos nos volvemos idiotas alguna vez en nuestra vida ¿No te has visto como actúas cuando Erika está cerca? —replico y una media sonrisa se le dibuja en los labios.

— ¿Al fin vas a admitir que esa chica te enamoró desde que eran frijolitos? —indaga de modo juguetón, tomo el cojín de mi cama en el cual descansaba mi cabeza antes que Rene viniese a molestar y se lo arrojo a la cara.

Por Ti Lo  Haría( Disponible en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora