Sam me había llamado en cuanto llegó a su casa, ya que se le había olvidado preguntarme que me iba a poner mañana. Como no lo sabia, ella me contó que ropa iba a llevar mañana y queria saber si tenia buen gusto por la ropa, por lo que el sábado iriamos de compras. Me preguntó que si queria invitaba a Ian y le dije que si.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Eh...claro-dije indecisa
-¿Te gusta Ian?
-¿Como?-me habia pillado con la guardia baja.
-Pues que si te gusta, ya sabes. Puedes confiar en mi que no se lo digo
-Vamos a ver, es mono y todo eso y me gusta estar con el y cuando lo necesito ahi pero esque a ver no se si el piensa lo mismo y eso ¿sabes?
-No me he enterado de nada
-Yo me entiendo-dije con una sonrisa que ella no podía ver.
-Si ya se nota que solo tu te entiendes.
No dije más nada y ella vió que yo no hablaba por lo que siguió hablando.
-Pues yo creo que a él si le gustas
-¿Enserio lo crees?
-Si, además cuando está contigo te mira mucho y a veces le estoy hablando y se distrae mirandote.
-No lo sabia.
-Tu que vas a saber si pareces que estas en las nubes.
-¿Y ami se me nota?
-¡Osea que es verdad! ¡Lo sabia, sabía que os gustabais!
-¿Que?-había metido la pata.
-No te hagas la loca os gustais
La había cagado. Vale si me gustaba Ian pero no queria admitir que tenía razón. ¿Y si el no sentía lo mismo? Preferiria no decir nada por si yo no le gustaba me ahorraría el bochorno. Hablamos un poco mas pero colgamos porque se hacia tarde. Le dije que no se lo dijera a nadie y como lo hiciera que la iba a matar. No debería haberlo dicho. Pero ya no podía hacer nada. Me acosté e intenté no pensar más en ese tema.
Salí de casa bastante temprano de la hora a la que solía salir siempre. Había dormido poco esa noche y para rematarla había soñado con Ian. Y encima cuando en el sueño casi nos besamos me despierto. Maldita sea.
Me encaminé hacia el instituto y de camino allí me encontré con Ian. Mi corazón empezó a latir más fuerte que otros dias. ¿Que me estaba pasando? ¿Había sido por el sueño? No podía ser por el sueño porque ayer casi nos besamos y el sueño se hubiera hecho realidad. Ojalá Sam no hubiera entrado. Ian me saludó con una sonrisa y yo le sonreí. Estaba bastante nerviosa de lo habitual y lo malo era que no sabía por qué. Llegamos al instituto y Ethan que estaba apoyado en un muro se acercó a nosotros. Me miró y lanzó una sonrisa. Miré a Ian y este puso cara de desagrado en cuanto Ethan se acercó. ¿Estaba celoso? Perfecto. Me encantaba cuando se ponía celoso y sin querer sonreí y miré a Ethan. Este seguramente creyó que sonreia porque le había visto pero no era así.
-Hola-dijo sonriendo.
-Hola-dije.
Ian ni siquiera le miró y parecia que estaba enfadado con él por algo. Desde que los vi en el pasillo creo que no se han vuelto a hablar.
Entramos a clase y nos tocaba juntos a los cuatro. Sam se sentó delante nuestra con Ethan, y yo atrás con Ian. Hoy era viernes y Sam iría a casa de él. No me alegraba mucho la idea de que estuvieran solos, pero ella me había dicho que no le interesaba. Pero aún así no estaba segura. En medio de la clase el profesor se fué y nos dejó con tarea para hacer. Miré a Ian que estaba escuchando música. Se dió cuenta de que le miraba y me miró. Se quitó los auriculares y habló.
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Rebeld
Teen FictionDaniela becker es una chica pelirroja de ojos negros que solo sabe meterse en lios y peleas. Tan solo tiene 16 años y tiene su historial manchado de faltas y gamberradas que hace con sus amigos. O eso cree ella, que son sus amigos. Daniela conoce a...