Cuando llegamos a casa terminamos de preparar la tarta y nos la comemos todos juntos. Por lo que he podido percibir a mi padre le cae bien Ian, y a mis hermanos también. Alrededor de las nueve, Ian se va a su casa y me voy a mi habitación. Estoy un poco estresada debido a que papá casi la ve. No había pensado en que podían haberse visto en otras circunstancias y, ¿Ella querría que papá la viera? y lo peor de todo, ¿Qué haría mi padre si la viera después de 6 años sin darle ninguna explicación de su marcha?. Aunque él es tranquilo, no tengo la menor idea de como reaccionaria. Me meto en la cama decidida a dormir, pero de repente se me viene el recuerdo del día en el callejón. ¿Por qué ese recuerdo? Tal vez sea porque no he sabido nada de Bella y Alex en mucho tiempo, además de todos mis demás "amigos". Realmente no tenía amigos en quién poder confiar, porque yo no le contaba mis problemas, que tenía muchos, ni nada por el estilo. Ahora las cosas se las cuento a Ian, que además de mi novio es mi mejor amigo y gracias a él dejé de meterme en líos; y mi padre a notado eso. Mientras estabamos comiendo la tarta, fui un momento al baño y como mis hermanos se fueron a no sé donde, se quedaron solos y cuando volví escuché que estaban hablando. Me quedé tras la puerta y oí decir a mi padre algo sobre "malas influencias" y supuse que seria de mis anteriores amigos. Poco a poco empiezo a sentir que me quedo dormida, por lo que cierro los ojos y comienzo a soñar...
Abro los ojos y me encuentro en medio de una carretera. Miro a todos los lados y no veo a nadie, solamente un coche a lo lejos. Intento moverme pero algo me lo impide, no se lo que es. En el suelo no hay nada que impida no moverme, simplemente no puedo mover las piernas del sitio. De repente veo una sombra que se acerca hacia mi corriendo a lo lejos, y poco a poco voy distinguiendo quién es esa sombra. Me sorprende la persona que corre hacia mí porque debería estar muerto. Gabriel corre hacía mi y yo no puedo moverme. El sonido de un coche hace que me gire para ver que se aproxima a mi también a toda velocidad. Delante de Gabriel hay una chica pelirroja corriendo también en mi dirección. Intento mover las piernas pero estas no me responden y se quedan en el sitio. La chica cruza la carretera en la estoy yo a pocos centímetros de mi, y al verle la cara sé que soy yo. El recuerdo del día del callejón, yo huyendo de Gabriel. El coche se aproxima más y más y cuando él está a mi lado corriendo, el coche lo atropella. Gabriel rompe el cristal del coche con la cabeza y abolla el capó de este. ¿Estará vivo?
De repente Gabriel se levanta, con la cara ensangrentada y supongo que tendrá algo mas roto, y me mira. Todo este tiempo había estado concentrado en perseguir a la chica, que soy yo, y no me había mirado; era como si no existiese. Pero, ¿Cómo ha podido levantarse por si solo después de lo que le ha pasado? Se acerca más a mi y me observa.
-Tú tienes la culpa de esto- dice con voz ronca.
No sé qué decir. Yo no tengo la culpa de que él haya muerto, fue culpa suya.
-No, no ha sido culpa mía, fuiste tú, huyendo de mi.
-Huia porque me ibas a pegar- digo furiosa.
-Te iba a pegar si, pero que es mejor, ¿Dejar que te peguen un poquito o que un amigo tuyo muera?.
-No éramos amigos.
-¿Ah no? Conque no éramos amigos, y por lo tanto que muriera a ti te daba igual ¿no?- dice con tono sarcástico.
-¿Qué es lo que quieres?- pregunto al fin.
-Que tú tienes la culpa, y la estúpida de tu madre también.
-¿Mi madre?
-¿No lo sabías? Ah claro, como no hablas con ella....
-¿Ella tiene algo que ver con esto?
-Buscala.
-Dimelo tú.
-Buscala.
Gabriel desaparece de repente, y me quedo en el sitio, como al principio sin poder mover las piernas. El coche que lo ha atropellado sigue ahí, y el conductor se baja para ver que ha pasado. Es una mujer con el pelo rojo, y por una vez Gabriel tiene razón, es mi madre.Abro los ojos y me incorporo rápidamente en la cama. Estoy sudando y tengo la respiración entrecortada. ¿Por qué he soñado eso? ¿Seria verdad que ella había causado el accidente? Menuda tontería... No sé porqué mi mente me ha hecho soñar esto. Pero ahora que he tenido ese sueño, me queda un poco de duda sobre eso. Estoy confusa. Creo que debería hablar con ella y preguntarle todo, incluso si lo del accidente lo causó ella; aunque lo causé yo, ella le atropelló.
Levanto de la cama y me dirigo al cuarto de baño, necesito refrescarme un poco. Al levantarme siento un mareo y necesito cerrar los ojos con fuerza para que se me pase. No es la primera vez que me pasa, cada vez que me levanto rápido se me nubla la vista y tengo que cerrar los ojos. Cuando noto que se me pasa abro los ojos y tardo un rato en acostumbrarme a la oscuridad. En el cuarto de baño abro el grifo y me mojo la cara y la nuca. Eso parece refrescarme un poco y me siento mejor. Me quedo un buen rato en el baño, mirando hacia abajo, sin poder dormir debido a ese sueño. Maldito sueño, con lo bien que me iban las cosas ahora. Miro al espejo para verme la cara y lo horrorosa que debo estar. Pelo rojo, ojos negros, pecas... pero en vez de verme a mí, veo a mi madre. Somos completamente iguales, salvo por los ojos pero no es gran cosa. Me miro mejor y la sigo viendo a ella. Por un momento creo que ella está detrás mia así que me giro, y claro no hay nada detrás. Vuelvo a mirar. La odio por dejarme, no se lo voy a perdonar.
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Rebeld
Teen FictionDaniela becker es una chica pelirroja de ojos negros que solo sabe meterse en lios y peleas. Tan solo tiene 16 años y tiene su historial manchado de faltas y gamberradas que hace con sus amigos. O eso cree ella, que son sus amigos. Daniela conoce a...