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Salí de casa bastante temprano de lo habitual y me encaminé hacia el insti, aunque decidí pasar por la cafetería ya que no había desayunado nada en casa y tenía hambre. Entré y un olor a chocolate caliente me invadió. Amaba el chocolate así que pedi uno bien calentito para llevar y volví a encaminarme hacia el insti. En la puerta me encontré con Gabriel y una amplia sonrisa le recorrió por el rostro. Le correspondí la sonrisa.

-Hey ¿que llevas ahi?

Gabriel era dos años mayor que yo, no me importaba en absoluto, aunqe habia repetido varias veces y este era el último año que estaria aqui conmigo. Me había liado varias veces con él pero no queriamos nada serio ninguno de los dos. La verda esque me encantaba Gabriel y todas las cosas que hacía,  aunque desde luego no estaba enamorada de él. Tenía un pelo perfectamente peinado, color caoba, y unos ojos color caramelo y una barba de tres dias. Era increíblemente atractivo y me sentía afortunada de haber probado esos labios carnosistos que solamente el tenía.  Me desperté de mi ensoñación porque se había dado cuenta de que le estaba mirando intensamente y decidí responderle.

-Es chocolate caliente que he comprado en la cafeteria al venir aquí-dije apresuradamente.

-Dejame probar.

Antes de que le contestara ya había cogido el vaso de chocolate y se lo estaba bebiendo. Él siempre se comportaba así: te hacía una pregunta por cortesía y luego no te dejaba tiempo a responderle porque ya había hecho lo que te había preguntado. Te gustase o no ya lo había hecho y no podias decirle nada.

-Te gusta ¿no?

-Este chocolate está buenisimo. ¿A que mañana me vas a traer uno?-Como vió que no contestaba siguió hablando - Vale vale, no hace falta que me mires así.

Solté una carcajada porque no le había mirado de ninguna manera en especial pero solo me estaba haciendo reír.  Como siempre.

Entramos en clase y vi que unos chicos me estaban mirando. Tenía dos suposiciones de por qué me estaban mirando. Una: soy terriblemente atractiva y causo ese efecto en los chicos. Y dos: se preguntaban cual era el castigo que me habia impuesto la directora está vez. Cada vez que hacia una gamberrada se preguntaban con qué me castigaria esta vez. Me senté en la última fila con Bella e hice caso omiso a los chicos que me estaban mirando.

-¿Con qué te han castigado esta vez?-me preguntó Bella.

Era amiga mía desde que empezó a hacer gamberradas conmigo, que fue sobre hace 6 meses. Es muy rápida corriendo y eso es muy bueno para salir pitando cuando viene la policia.

-Tengo que quedarme aquí cuando terminan las clases y luego ayudar a la profesora con los niños que hacen la actuación el mes que viene-dije algo divertida

-Valla... ya no saben con que castigarte-dijo con una carcajada.

-Oye, ¿el viernes te vas a venir por la noche al callejón?

El callejón era nuestro lugar de reunión donde pensabamos las gamberradas que ibamos a hacer.

-ehh, si claro que voy- no parecia muy segura de lo que estaba diciendo,  pero no me importó.

El día se hizo bastante aburrido, como siempre,  aunque hoy mucho mas porque Gabriel no tenia ninguna clase que coincidiera con la mia. A la hora de comer lo localicé en la mesa en la que siempre nos poniamos. Esa mesa era nuestra, es decir,  solo se podían sentar los gamberros del insti,  en el que yo y Gabriel estabamos incluidos. También estaban sentados las nuevas incorporaciones al grupo, pero ellos no eran tan populares como nosotros.  Nos conocía todo el mundo y siempre se estaba hablando de nosotros, sobretodo de mi y de Gabriel ya que pensaban que estabamos saliendo y todo ese rollo. Me acerqué a la mesa y donde yo me sentaba estaba un novato.

-Eh tú niñato quita de ahí si no quieres problemas

Rápidamente el chaval se giró para ver qien era la que le había dicho eso y cuando me vió cogio sus cosas y se sentó en otro lado.

-¿Que tal te ha ido el dia?- me preguntó Gabriel que estaba sentado a mi lado.

-Aburrido como siempre aunque he estado pensado que será lo próximo que haga

-Perfecto- me dijo con una sonrisa-El viernes por la noche vamos a ir al callejón,  ¿vendrás no?

-Claro que voy a ir, ¿porque no deberia?

-Ya sabes, el castigo

-Ah-no me había acordado de eso- no pasa nada, me quedaré despues de clases y diré que me encuentro mal.

-Genial. Ademas es necesario que vengas porque tenemos que hablar contigo-dijo algo serio.Cuando se ponia serio era que las cosas iban mal, y eso no me gustaba.

-¿Conmigo sobre qué?

-Tenemos un trabajito que deberas hacer para seguir con nosotros

RebeldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora