Rebeld

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¿Mi hermano? ¿Tengo otro hermano? ¿Cómo es posible? Miro al niño pelirrojo... osea Dylan, mi hermano, y la verdad esque se parece bastante a su madre. ¿Quien será el padre?

-Mi, ¿mi hermano?-digo tartamudeando.

-Si, tu hermano-dice la mujer seria.

-Pero... ¿Cómo?-pregunto confusa

-Es una larga historia cariño pero...

-No me llames cariño-digo cortandola.

-De acuerdo, es una larga historia Daniela que creo que deberias saberla y dejarme que te la cuente porque no es como tú piensas.

-¿Qué no es como yo pienso? ¿Acaso no nos abandonastes y te fuiste sin ninguna razón? ¡Porque yo te necesitaba y te fuiste sin dar ninguna explicación a nadie!-digo gritando.

-Daniela...

-No me digas que es mentira porque te estoy diciendo toda la verdad y ahora no me vengas con historias de porque te fuiste o no porque no quiero saberlas y no me importa por lo que hayas pasado porque no eres la única. Por tu culpa mi padre ha tenido que sacar a una familia adelante el solo con 3 niño pequeños, y sin poder contar con su familia porque por caprichito tuyo tuvo que alejarse de su familia y no ha podido ayudarle. Y más te vale no volver ir a casa y menos todavía aparecerte delante de mis hermanos, y no te acerques a mi padre. Vuelve por donde has venido.

Me quedo muy a gusto después de decirle todo lo que llevaba tiempo reteniendo en estos últimos 6 años. Miro al niño y no me está mirando a mi, mira a Ian. Está sonriendo y parece que no ha estado escuchando ni nada lo que le acabo de decir a su madre. Me doy la vuelta y miro a Ian, que le está mirando también. Creo que ha estado llamando su atención a posta, para que no se enterara de la discusión que estabamos teniendo. Vuelvo a mirar a la mujer y parece que está pensando que me va a decir.

-¿No quieres saber que he estado haciendo estos 6 años?-dice mirandome con sus ojos verdes.

-Tirandote a otros hombres por lo que veo-digo

Parece como si ese comentario la hubiera herido, pero es verdad porque sino, no hubiera venido con un niño diciendome que es mi hermano.

-Daniela no seas así, no juzges todavía porque no has escuchado la historia que tengo que contarte y que tú te niegas a escuchar, no te pido que me perdones por marcharme, al menos escucha la historia y luego piensas lo que te apetezca, solo te pido que la escuches.

-No pienso escucharla

-Mira-dice metiendo un mano en el bolsillo y sacando unos papeles arrugados-Aquí tengo escrita la historia. Pensaba dejartela en la cajita, pero preferia decírtelo en persona.  Si no quieres escucharla, al menos leela. Toma-termina de hablar y alarga el brazo para que coja las hojas.

No pienso escuchar su historia, me niego. No es tan fácil aparecerle a tu hija con una carta en la que escribes los motivos por los que te vas, y que tu hija decida leerla y perdonarte. Si se ha creido que iba a ser así, que poco me conoce. Me doy la vuelta dispuesta a marcharme y agarro la mano de Ian para irnos. Le tengo que dar un tirón a su mano para que se mueva. Él me sigue sin rechistar y decido ir a un sitio tranquilo para hablar. No se me ocurre ningún sitio al que ir, pero de repente se me viene a la cabeza el parque al que fui el otro dia. Cruzamos las calles algo más deprisa que las otras personas hasta que llegamos. Al entrar en el parque los recuerdos vienen a mi. Los ignoro y decido ir al mismo árbol en el que me senté el otro día. No hay nadie por allí cerca por lo que nos sentamos. Él no ha hablado nada en todo el camino, y se lo agradezco. Suspiro y le miro a la espera de que me diga algo sobre lo que acaba de pasar.