Mi verdad

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Habían pasado ya tres días desde lo ocurrido con Sakura, la muchacha dormía tranquila en la habitación más segura del hospital, un lindo día se vivía en Konoha y el viento juguetón entraba calmo por la ventana de la habitación sacudiendo la blanca cortina, era primavera y los pétalos de Cerezo se adentraban curiosos en la habitación. Era como si quisieran conocer a aquella muchacha llamada como ellos y de igual o mayor belleza. En la sala se encontraba una rubia de largo cabello y ropa morada, sus ojos estaban cerrados y parecía dormir plácidamente sobre sus brazos apoyados en la camilla de la inconsciente pelirosa.

Sakura estaba tranquila, su dormir era calmo e imperturbable, su respiración estaba lenta pero en sus ojos cerrados se veía aún un rastro de lágrimas. Ella no había llorado nada desde el primer día de su hospitalización, pero las lágrimas que había derramado mientras se adentraba en la oscuridad de su mente y corazón no habían podido ser removidas por nadie, sólo estaban allí. Estáticas e impávidas como diciendo "Hey mirenme mientras marcó el dolor en el corazón roto de esta pobre niña".

Lentamente la muchacha comenzó a abrir sus ojos, pero su mirada era diferente a lo usual, sus brillantes ojos jade estaban opacos y no mostraban la misma luz de antaño, una notable oscuridad se encontraba arraigada en ellos. La joven se incorporó rápidamente de la camilla y caminó tranquila hasta la ventana, miró su mano y está vez el sello era visible en su piel, a diferencia de antes no le importó y no gastó su chakra en hacerlo invisible, es más lo miró a la luz del Sol y por primera vez en su vida le pareció la cosa más bella del mundo, la tinta negra era brillante y al Sol y se veían unos pequeños reflejos de colores, era como si en ella estuvieran incrustadas unas bellas gemas del color del arcoiris. Miró su mano brillar contra el sol, la acarició con calma y una sonrisa sincera en sus labios. Después de todo era parte de ella, de su poder y de su pasado.

Miró de regreso a la habitación y noto la presencia de Ino su amiga rubia y rival en un amor estúpido e imposible para ella. Sí, es verdad que le dolió su partida pero su corazón se rompió a tal punto que ya no sentía nada, interiormente le agradece a sus "Queridos amigos " que la abandonaran porque gracias a eso ahora sabía quién era realmente.

Miró de reojo la mesilla que estaba al lado de su camilla y se percató de la rama de cerezo que se encontraba en un florero. Sonrió amargamente recordando lo sucedido en su mente y luego saltó despreocupadamente por la ventana dejando atrás a la antigua Sakura.

Hoy nacía la nueva Haruno Sakura, la mejor y más poderosa kunoichi que el mundo ninja jamás a conocido.

Con agilidad se mezcló entre las ramas de los cerezos y corrió descalza por los tejados desgastados de las casas, sus ojos estaban fijos en el bosque que rodeaba la aldea. La muchacha paró en seco frente a la estatua/piedra conmemorativa a todos los caídos en combate cuando el zorro de nueve colas más conocido como kyubi atacó Konoha hace ya algunos años.

Miró con la vista perdida cada nombre hasta encontrar el apellido Haruno en ella. Su semblante cambio de calmado a serio e incluso molesto, su entrecejo se arrugó y sus ojos se nublaron de ira.

Sus padres, aquellos que había deseado conocer desde siempre. Las personas por las que lloro cada noche mientras recordaba lo sola que estaba.
Sí, las mismas personas que habían querido matarla. Así es, las personas que no querían ni valoraban su existencia, un fuerte dolor se le incrustó en el pecho pero lo borró al mirar su mano.

-Padres. Aquellos a los que desconozco les devuelvo el favor de darme la vida con el nacimiento de un monstruo. Soy aquella existencia que procuraron destruir pero no tuvieron éxito. Ahora la escoria serán ustedes y al igual que los traidores de Konoha verán mi espalda contra el viento y la marea. No caeré más ante lazos tontos. YO SOY SAKURA HARUNO. EL CEREZO MALDITO DE KONOHA. Y ya se mi verdad.

Dicho esto la muchacha partió rumbo a su hogar para despojarse de la ropa del hospital.

Con elegancia se colocó unas calzas negras de lycra ajustadas a sus piernas eligió una camiseta semi holgada de color rojo vino con el símbolo de su clan cortado en su espalda. La camiseta era de mangas largas y bajo de ellas tenía mayas ninja de color negro, se puso unas medias igualmente negras hasta la rodilla y se calzó sus sandalias ninjas color azul oscuro.

Lentamente se acercó al espejo, la camiseta le cubría un poco las calzas tapando ligeramente su trasero bastante bien formado para su edad, su cabello estaba ligeramente enredado así que lo recogió en una coleta alta y se colocó su banda ninja en el cuello.

Narra Sakura

Me quedé mirando fijamente al espejo satisfecha por mí cambió, me volteó ligeramente para ver mi espalda y me gustó ver mi blanca piel formando el símbolo de mi clan gracias al diseño de la camiseta.

Tomé mis porta kunais y los coloque uno en cada pierna. Vende mi mano con el sello en caso de que alguien más lo viera aunque era dudoso ya que las mangas de mi polera eran bastante largas.

Salí rumbo al campo de entrenamiento donde tuvimos nuestra primera prueba como equipo, un inevitable número de recuerdos vinieron a mi y un desagradable nudo se atragantó en mi garganta; una gran tristeza se apoderó de mi ser.

La melancolía me estaba consumiendo hasta que ella me habló.

-Vamos Sakurita eres mejor que eso. Entrenamos así recordarás todo lentamente mientras el conocimiento se arraiga en tu cuerpo.

Sus palabras me tranquilizaron seguí su sabio consejo.
Con calma comencé a hacer sellos de mano para poder invitarla a la realidad.

Después de un tiempo emanando chakra pude crear un cuerpo lo suficientemente maduro para que ella lo habitara momentáneamente.

-Bien Sakura ahora tenemos que hacer el contrato. Dame un nombre, uno que me defina y que te sea agradable pronunciar. Sólo entonces podré mostrarte toda la verdad. Tu verdad.

-Nuestra verdad- dije sonriendole con melancolía.

Pensé durante un momento, meditando en el nombre perfecto para ella y al final llegué a uno un tanto irónico.

-Tu nombre será Hikaru. Que significa luz, un nombre irónico tomando en cuenta que te encontré en la oscuridad. Pero es lo que creo porque tu eres la luz a mis dudas-Finalice haciendo una posición de manos sobre mi muñeca vendada permitiendo así que el Dragón quemara las vendas y cambiará a un segundo color, un rojo Escarlata pasando a carmesí.

Miré a Hikaru y ella sonrió ahora su apariencia era más definida, básicamente era una segunda yo pero un tanto diferente. Sus ojos eran de un celeste con manchas cafes y su cabello estaba corto. Vestía una especie de vestido/camiseta celeste que le quedaba bastante holgada. El color fue tomado de mi chakra por lo tanto aunque quisiera poner otro color su ropa sería siempre del color de este.

-Es hora de comenzar Sakura. Hoy sabremos nuestra verdad- Dijo sonriente Hikaru extendiendome la mano.

-Así es Hikaru- sonreí alegre de tenerla. Yo ya sé mi verdad ahora sólo me queda conocerla por completo.

Hasta aquí el capítulo espero les gustara😄

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