Miren mi espalda

Amor de madre

Sakura.

Nunca conocí a mis padres y lo más cercano que pude tener a una familia según mi poco desarrollado concepto era mi equipo, pero ellos al igual que mis progenitores me habían abandonado revelando así la poca estima que me tenían, mentiría si dijera que eso no me había marcado y dejado cicatrices invisibles a lo largo de mi vida, pero alguien muy sabio me dijo una vez "Todo ocurre por una razón pequeña Sakura, algún día lo entenderás".

"Sí, un día entenderás el porqué de tanto dolor y cuando eso suceda entonces podrás ser liberada" hasta el día de hoy vivo con esas palabras como bases fundamentales de mi vida, esas simples palabras dadas por él hacia mi son lo que me impulsó a reír cuando quería gritar y mandar todo a la basura.

Es lo menos que puedo hacer por aquel joven que me enseñó a ser fuerte antes que nadie, que formó parte de la persona que soy hoy en día, quiero demostrarle a él donde quiera que este, al igual que a todos que Haruno Sakura tiene una historia inigualable por contar.

Con estos pensamientos en mente la bella Sakura marchaba al edificio del Hokage, hoy tendría su primera misión acompañada de el nuevo equipo siete, una sensación de molestia y aversión se expandia rápida por su mente, no quería tener que enfrentar sola a sus nuevos compañeros, especialmente a Sai, aún se sentía incómoda después de haber visto su pasado.

La joven era alegremente saludada por la gran mayoría de habitantes mientras caminaba rápidamente para no hacer enojar a su maestra, si bien apenas habían estado juntas entrenando por una semana sabía muy bien qué hacer enojar a la rubia era como pedir que la muerte viniera por ti ¡Era un maldito suicidio! 

Así que apresuró sus pasos, empujando lejos sus temores de antes; Sakura entró luego de recibir un "Pase" por parte de la rubia que la miraba con la vista encendida en llamas, al parecer sí que había llegado tarde, la pobre chica palideció hasta parecer un fantasma mientras sus piernas temblaban y un sudor frío recorría su nuca, Tsunade estaba enfadada con ella, ahora le tocaba decidir entre afrontar su castigo o escapar y olvidar su nombre con tal de sobrevivir.

-Sakura- La llamó a la realidad la fría voz de su maestra- Al fin llegas, no voy a entrar en detalles, pero después tu y yo ajustaremos cuentas jovencita- Regaño firme la rubia confirmando los temores de su joven pupila.

La kunoichi de cabellos rosados se puso azul del pánico, la última vez que su maestra se había enojado ella tuvo que ser curada por horas después de la zurra de golpes que recibió.

-Como sabrán hoy es la primera misión oficial del nuevo equipo siete conformado por Sai, Yamato-taicho y Haruno Sakura-Anuncio la rubia captando nuevamente toda la atención en la sala.

-Y su misión consistirá en escoltar a los hermanos de la Arena a su hogar y traerme una planta medicinal única originaria de allí- La quinta hizo una ligera pausa para posar sus ojos en la joven de cabellos rosados que se encontraba distraída mirando al pelirrojo- Sakura, tú estarás a cargo de encontrar esa planta, como mi discípula no espero menos de ti, en el poco tiempo que has entrenado bajo mi mando haz demostrado un talento innato para las artes médicas- Afirmó feliz la mujer de grandes atributos a lo que Sakura dejó salir una fina sonrisa en sus labios.

-¡Hai! -Contestó enérgica la joven feliz por el alago de su maestra.

-Bien ya deben partir, los despediré en la puerta dentro de quince minutos, no lleguen tarde-Dijo muy seria la Hokage mirando específicamente a la pobre Sakura que apartó nerviosa su mirada.