Capitulo 4

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Omnisciente.

Lauren miraba como su amigo anotaba unas cosas en su computador mientras hacía raros gestos en su casa. Tal vez era un poco arriesgado hacer lo que quería hacer, pero sentía que tenía que luchar por su hija, era la persona que más amaba en la tierra y necesitaba recuperarla cueste lo que cueste, pero aún así sentía esa inseguridad de qué tal vez sea malo en algún futuro.

-Está difícil Lauren.- habla Louis por fin.

-¿Por que? ¿Que pasó?.- dice ansiosa.

-No tenemos ningún papel o algo que diga que Rachel es tu hija.- explica. -Ni siquiera biológicamente, pero si tenemos Las fotos que demuestran que tuviste una cercanía a ella en el pasado.-

-Pero si estuve con ella, debería haber algo que me ayude a recuperarla, alguna ley o algo.- toma un poco de café, poniéndolo entre sus manos para calmar su ansiedad.

-El tema es que no hay ninguna ley o algo que ampare a los homosexuales con estos embarazos de inseminación artificial, solamente apoyaría al donante de esperma o al papá biológico de la niña.- Louis toma un suspiro. -No tenemos como poner una demanda para tener a Rachel devuelta, lamentablemente las leyes en este país no apoyan a este tipo de casos.-

-Pucha.- pasa las manos por su pelo. -¿Que podemos hacer entonces?.- dice totalmente derrotada.

-Que Camila le diga la verdad a su hija, que le cuente que tú también eres su madre.- hace una mueca. -Pero lamentablemente no hay ninguna ley que te ampare.-

-Me da tanta rabia.- pasa las manos por su cara.

-Te entiendo, intentaré de todas formas buscar algo, haber si te puede ayudar.- se pone de pie. -Cuídate Lauren.- la abraza fuerte.

-Gracias Louis.- le corresponde.

-Sabes que siempre estaré aquí para ti.- sonríe. -Animo.- dice para salir de la oficina de Lauren.

La chica miro la foto de su pequeña hija en un cuadro que tenía en su oficina, la misma que le daba fuerzas para seguir, pero sintió esa clavada en su pecho, el miedo, el dolor, la frustración de saber qué tal vez nunca la tendrá de vuelta, qué tal vez nunca la pequeña sabrá que tiene otra madre que la ama más que nada en el mundo. Soltó un suspiro, abrió una lata de bebida para beberla lentamente.

A veces solo quería devolver el tiempo poder haber ganado más dinero y así tenerla a su lado aún, verla crecer, ver sus primeros pasos, escuchar sus primeras palabras. ¿Cuáles habrán sido sus primeras palabras?, ¿Como habrá sido su primer día de escuela? ¿Habrá llorado?. Siempre se hacía ese tipo de preguntas pero nunca tenía la respuesta, tan solo tenía un vacío en su interior que le ahogaba.

*
*

Llegaba al gran terreno que había comprado Harrison, donde calzaba perfectamente el diseño de la casa que querían. Al final no habían cambiado nada del plano que ella había hecho pensando en la casa que siempre soñó Camila, ahora ese diseño sería para Camila pero para formar un hogar con otra persona que no era ella.

El lugar era bastante atractivo, un pasto natural hermosos, un amplio espacio que daría exactamente con todo lo que querían, al menos su trabajo no sería tan difícil, esperaba que la obra estuviera en buenas condiciones dando los mejores resultados como siempre.

Forzó una sonrisa al acercarse a la pareja tomada de la mano.

-Buenas Tardes.- dice estrechándole la mano a ambos.

-Buenas Tardes.- dicen ambos.

-La obra empezará en algunos días por el tema de qué hay que traes las máquinas, pero la construcción se demorará alrededor de 3 meses.- explica.

Skin (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora