Omnisciente.
Lauren se levantó ese día sin ganas de absolutamente nada, odiaba como el tiempo pasaba, odiaba ese día, odiaba esa circunstancia, se odiaba a si misma, odiaba todo y cada una de su cosas. Deseaba que viniera un camión, estar parada al medio de la calle y simplemente morir.
Conducía hasta la gran casa, donde de seguro iba a haber una inauguración, Harrison le había comentado de eso hace unos días, por lo que haría entrega de la casa ella ese día donde iba a estar todo el mundo celebrando la gran familia Feliz que estrenaba casa nueva. Que odio más grande, la menos le alegraba ver a Rachel, pero odiaba que fuera la última vez.
Estacionó a las afuera, miro la cantidad de autos que habían estacionado simplemente negó. Entró a la casa mirando algunas caras conocidas, familia de Camila quienes la miraban con asombro y cuchicheaban entre ellos, que metía era la gente.
Harrison la vio y se acercó a ella con una copa de Champaña, a lo que ella rechazo, no era momento para beber.
-Te quedo hermosa la casa.- sonríe. -No me arrepiento de haber confiado en ti Lauren, hiciste un trabajo más que maravilloso, gracias.- aprieta su hombro.
-Gracias Harrison.- sonríe falsamente.
-¡Tia Lauren!.- el grito de la pequeña la hizo tener una verdadera sonrisa, pero más aún cuando está se lanzó a sus brazos. -Gracias por esta linda casa.- sonríe.
-¿Te gusto?.- sonríe.
-Me encanto.- ríe.
-Tengo una sorpresa para ti.- toca con su dedo la mejilla de esta.
-¿Que será pequeña?.- anima Harrison.
-No lo se papi.- ríe emocionada. -¿Podemos ir a verla?.-
-Ahora iremos.- mira a Harrison un momento. -¿Te molesta si me la llevo por un segundo?.- era ridiculo que preguntara por el permiso de su propia hija, pero así era la vida.
-No para nada.- sonríe. -Vayan.- se aleja.
Lauren camino hasta el patio trasero de la gran casa, con la pequeña en brazos. Sentía que en cualquier momento se derrumbaba pero al menos Rachel la hacía fuerte. Por otro lado Alajandro se percató y mando a Camila a que Las fuera a ver, tenía un miedo ese hombre que a Lauren se le fuera a salir algo. Camila solo obedeció.
-¡¿Que es esto?!.- dice emocionada, miraba el lugar muy feliz.
-¿Recuerdas que cuando me conociste me dijiste que querías una casa para jugar con tus muñecas?.- sonríe.
-¡Si lo recuerdo!.- dice demasiado feliz.
-Aquí está, siempre cumplo las órdenes de mis clientes, más si estos me caen muy bien.- sonríe.
-¡Muchas gracias tia Lauren!.- la abraza fuerte por el cuello.
-De nada.- sonríe, conteniendo las lágrimas. Quería darle algo a Rachel para que le recordará, pensó en esto de inmediato, ella misma lo construyó, una casa de madera para sus muñecas, diseñada con tanto amor y cariño para su hija.
-Rachel te estaba buscando.- Camila entraba a lugar, se quedo mirándola asombrada.
-¡Mira lo que hizo tia Lauren para mí!.- sonríe emocionada soltándose del agarre con Lauren.
-Es hermoso.- mira todo muy impresionada. -No era necesario Lauren.- le sonríe.
-Todo por esta pequeña lo vale.- sonríe.
-Rachel tenemos que ir adentro, llegaron personas que quieren verte.- dice Camila, inventando algo para llevarse a su hija.
-Pero yo quiero jugar.- se queja.
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Skin (Camren)
FanfictionA veces los sentimientos tienen que ser dejado a un lado para poder conseguir lo que queremos. El sacrificio es lo principal para el bien propio, dos caminos diferentes que se deben reencontrar. Dar todo por recuperar lo que le quitaron era lo que...