Capitulo 7

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Omnisciente.

Su sonrisa se agrandaba a medida que la pequeña se acercaba a ella, venía vestida como siempre pensó que lo haría Camila, un vestido hermosos juntos con unos zapatitos que le calzaban perfectamente, su pelo amarrado hacia atrás con un chape para relucir su rostro. No podía estar más feliz de lo hermosa que era su hija, por ella simplemente vivía.

-¡Lauren!.- se lanzaba a sus brazos. Lauren la alzaba en el aire devolviéndole un abrazo tan fuerte que no quería separarse nunca de ella.

-¡Rachel!.- dice más bajo.

-¿Iremos al lago?.- dice con verdadero entusiasmo.

-Claro que si pequeña.- sonríe.

-Hola Lauren.- llegaba Camila a su lado, besa su mejilla rápidamente.

-Hola.- mira a Rachel. -Creo que es hora de irnos. Camina hasta el Jeep que había comprado solo para poder salir estos 3 meses con su hija. Metió los bolsos al Jeep mientras vigilaba que Rachel se subiera bien al asiento de menores que había puesto el en vehículo para su seguridad. Cerro la maleta subiendo a Jeep, donde Camila ya estaba. Otra parte del trato era que nunca podía estar sola con su hija, así que tenia que estar con su ex de todas formas.

Se puso en marcha conduciendo a una velocidad moderada mientras miraba por el retrovisor a su pequeña quien tarareaba una canción. Su sonrisa era innata, ella era la fuente de su felicidad siempre, y sin esa pequeña su corazón no existía, porque su corazón estaba con la pequeña en todo momento aunque ella no lo sepa.

-Lauren.- Le decía la morena. -¿Puedo poner música?.- asiente.

*

Llegaban a la cabaña de Lauren frente a la lago, Rachel bajó corriendo para andar sobre el pasto. Mientras giraba para poder observar mejor el agua cristalina del hermoso lago, amo ese lugar desde ese instante.

Camila por su parte miraba el piso apenaba, recordaba esa lago tan perfectamente, sentía tan real la sensación del amor que sintió en ese lugar, un escalofrío envolvió totalmente su cuerpo, podía recordar perfectamente las manos recorrer su cuerpo, los besos llenos de amor y ternura, donde se escapaban de todos y solamente eran dos personas amándose. Pero eso ya no existía, había terminado.

-¿Te ayudó?.- le dice a la mayor. Solo niega. -¿Me hablaras alguna vez?.- niega, rueda sus ojos. Así sería su relación para siempre.

Lauren entraba a su cabaña dejando los bolsos en el sofá, sale rápidamente para ir a al lago con su hija que no sabe que ella es su madre, tal vez nunca lo sabrá. La idea de venir hasta aquí fue de Rachel ya que quería ir al lago para poder nadar, Lauren recordó su cabaña así que las invito y así poder pasar más tiempo con su hija. Lauren no podía estar más feliz en ese momento, compartir con su hija.

-Me encanta.- sonreía Rachel. -¿Mamá puedo ir al lago?- Se sacaba el vestido mostrando su hermosos traje de baño.

-Si mi amor, con cuidado.- besa su frente. La pequeña salió corriendo hasta el agua.

Camila estiró su toalla en el pasto, se sentó en ella mirando hacia dónde estaba su hija con una sonrisa. Aunque los recuerdos seguían dominando su mente sabia que solo eran recuerdos porque eso ya era cosa del pasado y no volvería a pasar nunca más.

-¿La dejas bañarse sola?.- una voz de leve molestia la sacaba de esos hermosos recuerdos.

-La estoy mirando, sabe nadar no hay de qué preocuparse.- Dice tranquila. -Aparte ella sabe controlar la distancia y solo está en la orilla.-

-Que irresponsable.- se saca la ropa, la deja encima de la toalla. -Iré a cuidarla.-

Camila mira como la chica se mete al interior del mar empezando inmediatamente un juego con la pequeña. Ella estaba segura que se merecía la indiferencia de Lauren, se lo buscó dejándola y quitándole lo más preciado pero también ella debía pensar en lo que era mejor para su hija. Tener un padre y una madre como corresponde.

Skin (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora